Miles de argelinos poblaron las calles de diversas ciudades del país en protesta contra el Gobierno de Abdelaziz Bouteflika, pese a la decisión del mandatario de no buscar un quinto mandato y aplazar las elecciones presidenciales.
Este viernes se cumple la cuarta jornada de protestas consecutivas en rechazo al Gobierno y responde al escepticismo ante los anuncios oficiales que incluyen la realización de una conferencia nacional “inclusiva e independiente”, según las autoridades.
El nuevo primer ministro, Nouredine Bedoui, anunció la formación de un Gobierno de tecnócratas con gran presencia de jóvenes y llamó a la oposición al diálogo e insistió en que es la única vía para la transición.
Según Walid Karun, del partido Frente de Liberación Nacional (FNL) de la alianza de Bouteflika, estas protestas son una prueba de que Argelia es un país democrático. «Las manifestaciones son una prueba clara de que Argelia es uno de los países más democráticos del Oriente Medio», dijo el político consultado por Sputnik.
De acuerdo con Karum, Argelia sufre ataques dirigidos desde el exterior. “Es una guerra de quinta generación. Las fuerzas extranjeras atacan el país con la ayuda de los medios de comunicación y las redes sociales”, afirmó.
YBV