La justicia de los Estados Unidos ha decidido ir tras los pasos de Michael Cohen, antiguo colaborador y abogado del Donald Trump, por los delitos de fraude y obtención de recursos de manera irregular para la campaña del empresario y presidente la nación norteamericana.
La Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York abre la investigación a Cohen, al estar relacionado con el supuesto pago de 130.000 dólares a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, con fondos de la campaña electoral, para que guardara silencio sobre la supuesta relación que mantuvo con el jefe de Estado.
Igualmente, la investigación busca determinar el origen de más de 20 millones de dólares en préstamos obtenidos supuestamente de forma irregular para las compañías de taxis de su familia.
Desde el mes de abril el FBI allanó las oficinas de Cohen en la ciudad de Nueva York, lo que supondría un fuerte revés para Trump, ya que el abogado fue parte de su círculo íntimo de colaboradores.
La relación entre el presidente y el abogado llegó a su fin luego que el propio Cohén entregara a los medios de comunicación una grabación de una conversación con Trump antes de las elecciones de 2016, en la que acordaban pagarle a la conejita de Playboy, Karen McDougal, por su silencio, al filtrarse la información que el mandatario tuvo un amorío con la exmodelo.
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