Alaska, el estado al noroeste de Canadá más grande y menos poblado de los EEUU dejó de ser noticia por su fuertes climas y el frío que lo arropa luego de que fuera declarada zona catastrófica tras un terremoto de magnitud 7,0.


El gobernador de Alaska, Bill Walker emitió una declaración en la zona catastrófica este viernes donde confirmó que está en contacto con la Casa Blanca para evaluar los daños causados, ya que según el Departamento de Policía de Anchorage el sismo ha causado un daño importante en la infraestructura.


Hasta los momentos no se tiene información confirmada sobre posibles víctimas mortales o heridos graves a causa del desastre natural, pero si ha causado daños graves en carreteras, puentes y tuberías de agua, así como en los edificios de las oficinas de Anchorage, de hecho los mismos tuvieron que ser evacuados.


Ante el desastre se suspendieron los servicios del ferrocarril de Alaska y el Aeropuerto Internacional Ted Stevens Anchorage, razón por la que #DonaldTrump ha prometido “no escatimar gastos” para el pueblo de Alaska


El Centro de Advertencia de Tsunamis de EEUU en Palmer, Alaska, emitió una alerta para la región centro-sur de Alaska, incluyendo Kenai, Kodiak. La alerta fue levantada poco tiempo después sin incidentes. Al menos unas 150 réplicas de entre 3.0 y 5.1 grados se registraron en las siguientes dos horas después del terremoto.
NB