Los aranceles de Estados Unidos y la respuesta de China reducirán la producción estadounidense en cerca de 3.000 millones de dólares, así lo detalló un estudio dado a conocer por la Federación Minorista Nacional (NRF) y la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA).
En abril, la administración Trump propuso imponer aranceles de 25 por ciento sobre 50.000 millones de dólares de importaciones chinas por causa, afirmó, de las prácticas comerciales «desleales» de China contra Estados Unidos.
En respuesta a las amenazas arancelarias estadounidenses, China también impuso aranceles adicionales a 50.000 millones de dólares en importaciones procedentes de Estados Unidos.
Tras el anuncio de China, la Casa Blanca amenazó con imponer aranceles sobre otros 100.000 millones de dólares de productos chinos.
El estudio advierte que imponer aranceles sobre otros 100.000 millones de dólares de importaciones chinas tendrá un costo significativo para la economía estadounidense pues destruiría 455.000 empleos y reduciría el PIB en 49.000 millones de dólares.
«Los aranceles anularían los beneficios que la reciente reforma fiscal tendría sobre la economía y generarían incertidumbre en los negocios estadounidenses y devastación en algunos trabajadores en estados claves que podrían perder el empleo por un impuesto comercial», dijo el presidente y director general de CTA, Gary Shapiro, en una declaración emitida.
La comunidad de negocios espera que la delegación de la administración Trump que estará esta semana en China reduzca las tensiones comerciales entre las dos naciones.
«Esperamos que este sea el inicio de un proceso de negociación serio que conduzca a un mercado chino más abierto y proteja los empleos y el crecimiento económico de Estados Unidos», dijo el presidente y director general de NRF, Matthew Shay, en la misma declaración.
Por último, Shay aseveró que se debe resolver dicha disputa comercial sin recurrir a aranceles y represalias que acaban con los empleos.
MT