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7 Obras maestras de Vincent Van Gogh

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El mayor genio del postimpresionismo era un gran experimentador que no vendió ni una sola obra de arte. Su carrera artística no solo comenzó tarde y alejado de las academias burguesas, sino que apenas duró cinco años. Sin embargo, en ese período su trabajo no se detuvo en ningún momento creando para la humanidad las obras más trascendentales, coloridas y vibrantes.

Aunque se tilde de loco, borracho y sádico por cortarse una oreja (en realidad fue el lóbulo) su genialidad, sensibilidad y erudición jamás deberá confundirse con su trastornada psicología. Vincent Van Gogh es una de las mayores expresiones del arte libre.

7. Los comedores de patatas

Esta pintura es considerada la primera gran obra de maestra del artista. Su técnica es de pinceladas cortas sin llegar a desarrollar el puntillismo.

El joven Vicent vivió una temporada familiar en la población rural de Nuenen. Allí conoció las duras y fatigosas jornadas de los campesinos. En este trabajo, más o menos lejano a las icónicas obras del artista, hay un realismo influenciado por Millet, Daumier y el oscuro barroco holandés. Aquí tenemos una denuncia social contra el sufrimiento, la precariedad y el desconsuelo que reinaba en los hogares de los trabajadores, solo iluminadas por una débil luz de esperanza.  Para el artista no había que perfumar este tipo de ambientes. La oscuridad, la tristeza, la dureza de la vida en el campo quedan marcadas en la obra.

6. Zapatos viejos

Vincent va a reincidir varias veces con este motivo en sus pinturas

Siguiendo la tradición realista y barroca que imperaba en su país de origen Van Gogh plasma dos viejos zapatos sin el cromatismo que tanto definiría sus obras posteriores. Estos zapatos no son una representación de la bello o lo sublime, hay algo más que los hace digno de protagonizar la obra de un artista. Ese par de zapatos pintados en un lienzo reflejan el camino andado por su portador, las vicisitudes o alegrías vividas, es una sensible y profunda expresión de la realidad, así como un hermoso tributo a la humildad, a la sencillez y a la belleza de lo cotidiano.

5. Árboles y maleza

  1. En estos trabajos queda reflejada la huella indeleble de la escuela de Barbizon sobre el gran Vicent Van Gogh

Es en Francia donde Van Gogh descubre el impresionismo. Su vida artística quedaría marcada para siempre llena de colores puros, frenéticos trazos y formas, aunque poco definidas, llenas de luz. En este cuadro se aleja de los paisajes para adentrase en lo más profundo de un bosque y pintar desde sus entrañas el espectáculo de luces, colores verdes y amarillos que tiene ante su lienzo y pincel.

4. Café nocturno

Este cuadro fue pintado en Arles en la etapa final de Van Gogh.

Para Van Gogh pintar lo que sentía o veía era la necesidad fundamental de todo verdadero artista. Su bar preferido, recinto de ladrones, drogadictos y prostitutas protagonizó una de sus obras más importantes “Café Nocturno”. Para pintarlo el artífice de la obra se pasó 3 noches en aquel lugar, pintando una obra que demostaria el grandioso y expresivo estilo de este genio.

3. Noche estrellada

  1. El artista holandés moriría prematuramente a sus 37 años

Se trata de una de las piezas más destacadas y conocidas del arte moderno. Atormentado, humillado, acosado por alucinaciones, Vincent pinta este cuadro en el sanatorio de Saint-Rémy. Nos muestra un paisaje exterior con estrellas vivas y en movimiento. Una ciudad calmada, con líneas definidas y un ciprés vibrante. Esto era una de las cosas que mejor definía a Van Gogh: el poder de pintar las impresiones del mundo que lo rodeaba. Pobre y prácticamente solo murió algunos meses después de realizar esta electrizante obra.

2. Trigal con cuervos

Este cuadro fue magistralmente recreado en un plano de la película “Sueños” de Akira Kurosawa en 1990.

No es el último cuadro de Vincent van Gogh como se cree, pues no era el cuadro que pintaba al dispararse. Sin embargo, como el mismo lo dejó claro, expresa su extrema soledad y tristeza. En este cuadro Van Gogh traza un cielo oscuro, tormentoso. Pocas semanas después de su realización atentaría contra su vida, muriendo dos días después, un 28 de julio de 1890, acompañado por su hermano-mecenas Theo Van Gogh

1. Almendro en flor

Esta obra maestra es una oda a la nueva vida, a los cambios y al florecimiento del alma. El artista la dedicó a su sobrino recién nacido. El artista no solo capta la nueva vida que acaba de nacer, también asume su creación como un renacimiento para sí mismo y su trayectoria artística. En el cuadro podemos ver alguna influencia de las estampas japonesas. Quizás por ello Akira Kurosawa rendiría tributo a Van Gogh en su última película titulada “Sueños”.​

JJD/VTactual.com

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