Se cierne sobre el territorio estadounidense la destrucción y muerte, Con la llegada de cada temporada de huracanes a la costa del Mar Atlántico, una tormenta tropical derivó en Irma y posteriormente José, esto revivió una de las heridas más memorables de ese país: La tragedia de Katrina.
Más allá de las cifras, 1883 personas fallecidas, Lo que sigue siendo alarmante de esta tragedia es el trato gubernamental, la atención y el tiempo de respuesta para socorrer a las víctimas, afectados y sobrevivientes, dejó de manifiesto la indolencia e incompetencia de las autoridades locales y especialmente nacionales de EE.UU. para un evento de esta magnitud.
Reportajes como los realizados por Anderson Cooper para la cadena televisiva CNN o los de Shepard Smith para Fox News, que más allá de vender el drama que vivió el pueblo, pusieron en evidencia lo terriblemente vulnerable que es un sector de la sociedad norteamericana como el afro descendiente.
Las consecuencias por el manejo y la administración de este desastre fueron compartidas, comenzando por el presidente para aquel entonces, George W. Bush, pasando por el propio alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin y un escándalo por corrupción. Y por otro lado, el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos fue acusado como responsable económico y se le abrió una demanda por el mal diseño en la construcción del sistema de diques que colapsó.
Sin embargo esta no procedió por ser una entidad federal amparada por una inmunidad declarada en 1928 con el Flood Control Act y también por la dimisión del director de la Agencia Federal para Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Michael D. Brown.
LM