Con la intención de chequear la condición de salud de la elefanta Ruperta, paquidermo que habita desde hace 46 años en el Zoológico ubicado en la parroquia Caricuao de Caracas, autoridades con competencia en el caso como la Misión Nevado, Ministerio Público, Guardia del Pueblo, Ministerio de Interior Justicia y Paz, Despacho de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela y representantes de Consejos Comunales, realizaron un recorrido junto al personal del Instituto Nacional de Parques (Inparques) y un equipo de Venezuela Times para constatar la calidad de vida y el bienestar de este ejemplar.
El director del Zoológico de Caricuao, Erick Lenarduzzi, así como los cuidadores y médicos veterinarios que tienen como tarea el cuidado diario de la elefanta Ruperta, desmintieron la campaña sostenida en las redes sociales sobre su supuesto estado deplorable de salud.
Durante el recorrido, los médicos veterinarios informaron que Ruperta sufrió, en días pasados, un descontrol del balance nutricional que fue tratado oportunamente por el equipo médico del zoológico. Ruperta ha demostrado grandes mejorías y actualmente se encuentra bajo un constante y estricto monitoreo las 24 horas del día por parte de los especialistas veterinarios y cuidadores del zoológico, quienes con cariño y dedicación han logrado que su ánimo y salud general haya mejorado notablemente.
El equipo de Venezuela Times pudo constatar el buen humor y la gran energía de Ruperta, quien incluso quiso jugar con el teléfono celular de una periodista y le dio un gran abrazo con su enorme y fuerte trompa. Mientras los fotógrafos realizaban su trabajo se dieron cuenta de un detalle muy importante a la hora de hacerle fotos a Ruperta: de acuerdo a la posición de la cámara, la luz y las sombras le hacen un juego sucio, pues hacen ver costillas donde lo que realmente hay son los pliegues de su gruesa piel. Esas fotos manipuladas han dado la vuelta al mundo haciendo parecer que la elefanta está en un estado crítico de desnutrición cuando en realidad se encuentra mucho mejor de lo que esperábamos verla.
Es importante resaltar que la esperanza de vida de un elefante africano en cautiverio es de 60 a 65 años en promedio. Ruperta es la única de su especie en Venezuela y cumple los 47 años de edad en julio, por lo que ya se considera una elefanta entrando a su adultez avanzada. Sin embargo, en ella se pudo notar mucha energía y, a pesar de su malestar, se desplazaba rápidamente detrás de los cuidadores cuando le llevaban las zanahorias y espinacas de su merienda.
José Morales, médico del Zoológico de Caricuao, indicó que aunque Ruperta está por debajo del peso ideal -actualmente pesa cerca de 3 toneladas y debería pesar unas 4 toneladas- no se encuentra en estado de desnutrición severa y responde favorablemente al tratamiento médico con una dieta conformada por 150 kilos diarios de vegetales seleccionados. Además, informó que para tratar el caso de la elefanta, que es uno de los íconos más importantes del parque, se conformó un equipo de especialistas donde participa el médico veterinario Bartolomé Marín, experto en animales silvestres en cautiverio. Morales explicó que el equipo médico está evaluando las causas que llevaron a la drástica pérdida de peso de Ruperta e indicó que la molestia originada por una fractura de un cartílago en su oreja pudo haber influido “existe la posibilidad que esto haya causado desequilibrio y que, producto del dolor, Ruperta entró en estado de depresión por lo que no consumía los alimentos que se le suministraban”.
Actualmente el Zoológico de Caricuao está dotado de comida suficiente para satisfacer la dieta diaria de todos los animales que allí se encuentran. La institución recibe un cargamento de alimentos cada 15 días con carnes, vegetales, heno, cubos nutricionales de alfalfa, entre otros alimentos con los que cubren los requerimientos de la dieta especial que se le administra a Ruperta para que recupere su peso y salud general.
Los representantes del Zoológico agradecieron a la población en general que se ha preocupado por la salud de Ruperta y que han querido ayudar con alimentos para los animales. A su vez explicaron que cada especie cuenta con una dieta estricta con altos controles de calidad que incluye la certificación del origen de los alimentos que reciben. El llamado general es dirigido a los visitantes para que comprendan la importancia de evitar darle alimentos o golosinas a los animales que son protegidos en los parques debido a que pueden causarles serios problemas de salud, los que probablemente pudieron agravar la situación de Ruperta.
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