La migración venezolana, producto de la profunda crisis económica que se agudizó en el país suramericano durante el año 2016, parece estar teniendo consecuencias oscuras que merecen una seria investigación. Especialmente es prioridad profundizar lo que está sucediendo detrás del éxodo de las mujeres venezolanas.
Kenny Finol era una chica venezolana que se había ido a vivir a México en 2015.
Hace pocos días decidió ir a un concierto de música electrónica al que había sido invitada. La encontraron muerta en Ecatepec, una ciudad satélite de la capital de México. El domingo 25 de febrero, informaron a la policía local que había un cadáver en las cercanías de una escuela. Era una mujer que había sido violada, torturada, desfigurada con ácido -pues tenía el rostro quemado- y posteriormente asesinada. Los victimarios envolvieron el cuerpo con cinta de embajale industrial.
“Era modelo”, le dijeron a la policía. La imagen de Kenny “aparecía en un portal dedicado a ofrecer servicios de damas de compañía”, informaron medios mexicanos. En Instagram se presentaba como “la muñeca más cara de la vitrina”.

Los allegados de Kenny en México dijeron que “había tenido una relación turbulenta con un delincuente que la maltrataba. Le fracturó un brazo y en una oportunidad le cortó el pelo para evitar que saliera de la casa. No obstante, Kenny se puso unas extensiones y salió. Ella había decidido seguir adelante con su vida y separarse de ese hombre”, comentaron sus amistades.

Cuatro meses antes de su asesinato esto fue lo que denunció Kenny en video:
Un caso similar se había registrado el 25 de noviembre del año pasado. Génesis Gibson, una varguense que vivía en Querétaro (México), fue hallada muerta, amarrada y golpeada en un hotel de la capital, luego de haber sido vista por última vez cuando subía al carro de un hombre. Al parecer, quedó en encontrarse en ese lugar con un cliente, ya que trabajaba como dama de compañía. Llevaba varios días desaparecida. Gibson le dijo a su madre que iba a encontrarse con un «caballero» en Puebla y apareció muerta.
Este es el reporte completo del caso:
Su cuerpo estaba amordazado, con marcas de golpes en las piernas, rostro y vientre. Heridas en su cuello y abdomen. Tenía un lazo azul atado a su cuello.
También en este país, en el mes de agosto de 2017, dos mujeres de nacionalidad venezolana fueron encontradas sin vida en la ciudad de Tijuana, limítrofe con los Estados Unidos. Sus nombres no fueron revelados. «Esto les va pasar a los que sean del cartel de Jalisco nueva generación y se metan con nuestra gente», decía un cartel dejado en uno de los cuerpos, reseña la fuente Noticias Al Día y a la Hora.

Extraño caso en Ecuador
Lorena Cardozo Bocarruido, una cojedeña de 21 años, fue hallada muerta, sin ropa, en una carretera que conduce a una cantera a las afueras de la ciudad costera de Manta, en el centro oeste de Ecuador.
Cardozo llevaba seis meses viviendo en este país. «Trabajaba vendiendo caramelos, a veces arepas y empanadas, en la zona del malecón, frente a los bares del puerto», afirmaron allegados.

La policía investiga con quién salió Lorena esa noche. La última vez que la vieron fue el viernes, cerca de las 11:00 pm, en el malecón de Manta.
“La revisé y sí tiene marcas porque en el ojo tiene un arañazo, como si la hubiesen aruñado en el forcejeo, y en el pie -en una parte del dedo gordo- le hicieron un corazón, como con raspaduras con aguja sin tinta”, señaló su pariente.
Las investigaciones aún no han concluido y los familiares esperan los resultados de las mismas para obtener una conclusión sobre las causas del crimen.

Nuevas cifras de víctimas venezolanas
Cada vez es mayor el número de venezolanas susceptibles de caer en una red trata de personas. El crecimiento en las cifras de casos de víctimas de esclavitud moderna, que incluye trabajo forzoso, servidumbre y prostitución, se ha acelerado a un ritmo exponencial y sostenido desde 2014, según la Asociación Civil Paz Activa, luego de la presentación del informe “Trata de personas, trabajo forzoso y esclavitud moderna”, realizado en conjunto con el Observatorio de Delito Organizado y con el soporte técnico de la Embajada del Reino Unido en Venezuela.
Los casos reportados pasaron de 50.000 en 2014 a 198.800 en 2018, según un informe oficial elaborado por esta Embajada.
“En 2 años aumentó 300% el número de casos de víctimas de esclavitud moderna, específicamente, la trata de personas. Hasta 2018 tenemos un registro de 198.800 víctimas; si se revisa el comparativo del período anterior, 2014-2016, se proyecta que en los próximos 2 años podrían contarse 600.000 venezolanas víctimas de esclavitud moderna, si este ritmo no se detiene”, advirtió alarmada Beatriz Borges, directora del Centro de Justicia y Paz.
Borges resaltó la incidencia de la migración forzosa como principal detonante de este acelerado aumento.
“En el mundo la migración es un factor de riesgo determinante para el acaecimiento de la trata de personas. Aquí aumentó dada la alta vulnerabilidad que sufre el venezolano y la venezolana en el contexto actual de migración forzada», aseveró.
Debido a la escasa información existente en Venezuela sobre la esclavitud moderna y los fenómenos conexos como trabajo forzoso, prostitución y servidumbre, algunas Organizaciones No Gubernamentales que elaboraron el estudio se propusieron examinar una muestra de 86 casos denunciados entre 2016 y 2017 en la prensa internacional, en los que se reportaran víctimas venezolanas, para comprender la realidad actual. El hallazgo permitió determinar la estructura organizativa de las redes.
“Se encontró que los países receptores son Panamá, China, República Dominicana y España, todos ellos sitios en los que se han adelantado investigaciones para desmantelar redes de trata de personas en los que han liberado a ciudadanas y ciudadanos venezolanos”, detalló.
“No hay normativa legal especializada en la legislación venezolana, solo la prohibición y disposiciones generales en instrumentos como el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una vida libre de violencia. Esto es una tragedia invisible. La gente cae en red de trata de personas por la desesperación de encontrar el sustento para mantener a sus familias”, insistió.
La investigadora exhortó al Estado a instaurar políticas para la prevención y visibilización del grave problema que actualmente existe en el país.
SC
Rescatadas 37 mujeres víctimas de trata de personas en Panamá