Quizás la decisión tomada este jueves por el máximo líder de la Iglesia Católica, el papa Francisco, no devuelva su futuro o sane las heridas físicas y psicológicas de las miles víctimas de abuso sexual de los funcionarios de esta institución que abusaron de su investidura para satisfacer un deseo personal, pero al menos abre la puerta a que otros casos como estos puedan evitarse.
La Carta Apostólica Vos Estis Lux Mundi, «Ustedes son la luz del mundo»; fue firmada por el sumo pontífice y oficializa la obligatoriedad de los miembros de la iglesia a denunciar casos de abuso sexual. Esta misiva, que entra en vigor el próximo 1 de junio, también compromete a los clérigos a dar parte a las autoridades civiles de rigor.
Entre las medidas que establece este documento, se encuentra la creación de un organismo que haga más asequible la denuncia de actos de abuso sexual cometidos por la Iglesia Católica. De acuerdo con el papa Francisco, este sistema debe garantizar la protección y asistencia a los denunciantes de tales crímenes.
La oficialización de esta Carta Apostólica y la creación del organismo de denuncia viene a propósito de la intención de cercenar la proliferación de actos de abuso sexual en el seno de la iglesia, que según un estudio contabiliza hasta el momento 100 mil casos comprobados e investigados en todo el mundo.
De acuerdo con el Papa, la Iglesia asume el compromiso de ofrecer atención espiritual, asistencia médica y psicológica a todas aquellas víctimas de abuso. Asimismo, hizo un llamado a los miembros de la institución que dirige, a extender una acogida, escucha y seguimiento a estas personas afectadas.
Sobre la investigación, la nueva ley señala que para la mayoría de los casos debe realizarse en un plazo de noventa días, aunque se puede prorrogar. Eso sí, cada treinta días, el responsable local debe informar a la Santa Sede del estado de la investigación.
En el mes de febrero, la iglesia católica celebró una cumbre con la participación de 190 líderes de conferencias episcopales y órdenes religiosas, quienes debatieron sobre las alternativas y las medidas a tomar ante la ejecución de actos de abuso sexual por miembros de esta congregación religiosa, encuentro que derivó en la carta motu proprio publicada por el sumo pontífice.
ARG