La justicia de El Salvador condenó este martes a 16 años de cárcel al sacerdote José Adonay Chicas de 58 años de edad, “por los delitos de remuneración por actos sexuales o eróticos y agresión sexual en menor o incapaz” cuando la víctima tenía 13 años, abusos que se extendieron durante casi dos años, según informó la Fiscalía General del país centroamericano.
El caso es sólo uno más de los miles que conforman el grueso expediente por abuso de menores cometidos por prelados católicos, crímenes que más que constituir escándalos aislados son una situación permanente que se extiende por todo el mundo y que han salpicado a la Iglesia católica en decenas de países, lista que es encabezada por la propia Santa Sede.

De hecho el número tres del Vaticano, el cardenal australiano George Pell, fue condenado la semana pasada a seis años de prisión por cinco delitos de pederastia contra dos menores, ocurridos hace más de 20 años y que convierten a Pell en el más alto funcionario de la Iglesia en ser sentenciado por este tipo de crímenes.
“Bajo mi punto de vista, su conducta fue intencional y estuvo impregnada de una arrogancia asombrosa” dijo el juez que sentenció a Pell. El magistrado afirmó que el condenado actuó con “sorprendente arrogancia” y que en el juicio “mantuvo su inocencia”, pero al mismo tiempo nunca mostró “remordimiento”. Pese a que las acusaciones se conocían desde hace años, el Sumo Pontífice lo convirtió en el tesorero del Vaticano.
EEUU es uno de los países más afectados por tales crímenes. Sólo en el estado de Illinois unos 700 sacerdotes católicos fueron acusados por abuso sexual contra menores de edad en las últimas décadas, aseguró el pasado diciembre la fiscal general, Lisa Madigan.
En Pensilvania, el pasado agosto la Corte Suprema de ese estado identificó a más de 300 miembros de la Iglesia católica acusados de cometer abusos sexuales contra menores durante 70 años. En Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Nebraska y Missouri también se investigan numerosos casos.
En Alemania, en septiembre pasado, un informe de la Conferencia Episcopal de ese país reveló que aproximadamente 3.677 menores de edad fueron abusados sexualmente por representantes de la Iglesia católica en ese país entre 1946 y 2014, en el que están involucrados 1.670 representantes del clero.
El problema ha sido parcialmente cuantificado por la Organización de las Naciones Unidas, instancia que evaluó entre los años 2001-2010 un total de tres mil casos de sacerdotes y religiosos que cometieron pedofilia en los últimos 50 años en el mundo.
Una cuantificación más amplia y exacta de estos crímenes quizás sea imposible de realizar debido a que los archivos relacionados con casos de abuso sexual han sido alterados en el seno de El Vaticano. “Hay evidencia clara de que los archivos han sido manipulados», dijo en febrero el jefe de la Iglesia Católica en Alemania y consejero directo del Papa Francisco, Reinhard Marx, durante el encuentro mundial sobre “La protección de los menores en la Iglesia”.
YBV