Este viernes, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que un total de 2.300 niños que viajan en la caravana de migrantes centroamericanos, necesitan ayuda inmediata ante los peligros a los que se exponen al caminar los más de 3.000 kilómetros que existen entre sus países de origen y Estados Unidos.
«El largo y difícil viaje ha expuesto a los niños a las inclemencias del tiempo, incluyendo peligrosas altas temperaturas, con un acceso limitado al refugio. Algunos ya están enfermos o sufren deshidratación«, según expuso en rueda de prensa Marixie Mercado, portavoz de Unicef.

Mercado manifestó que las familias que hoy forman parte de esta caravana, se han visto en la necesidad de huir de sus países por la falta de acceso a una educación gratuita y de calidad, a las carencias de servicios sociales, además de estar expuestos a violencias promovidas por pandillas criminales.
«Tristemente, estas condiciones son parte de la vida diaria de millones de niños en la región. Cada día, familias que enfrentan estas condiciones tienen que tomar la difícil decisión de abandonar sus hogares, comunidades y países en busca de seguridad y un futuro más esperanzador», afirmó Mercado.
Aunque la Unicef expresó su preocupación ante esta situación y exhortó a los Gobiernos de la región a impulsar leyes migratorias que garanticen la unión de las familias, resulta contradictorio a las recientes medidas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, #DonaldTrump, quien ha enviado a militares a impedir la entrada de los migrantes a territorio estadounidense, además de otras medidas en la frontera con México, que han solapado los derechos de las personas que intentan cruzar por la zona.
YR
California siente los golpes de la política migratoria en EEUU