Después de afectar Túnez y Libia, la tormenta Zorbas se encaminó con fuerza hacia Grecia y puso en alerta a una buena parte del sureste del Mediterráneo europeo, donde se espera que golpee con fuerza este fin de semana.
Es rara y potente, y los expertos la clasifican como un «medicán», palabra que surge de la unión de las palabras Mediterráneo y huracán, toda vez que la caracterizan con fuertes vientos huracanados, capaces de generar grandes inundaciones, e incluso tiene un ojo en su centro.
En el Mediterráneo, las tormentas son más frecuentes entre otoño e invierno, mientras que los huracanes ocurren más entre verano y otoño. En el caso de los «medicanes» pueden ocurrir cuando la temperatura de la superficie del mar se encuentra hasta a 15ºC, si se considera que un huracán típico requiere que la temperatura se ubique por encima de los 26ºC.
En alerta las islas griegas y el mar Egeo
Este viernes, en Atenas, la capital griega, fuertes vientos dañaron varias líneas de transmisión eléctrica y los bomberos debieron atender más de 500 llamadas para cortar ramas y árboles caídos.
Para este sábado, las mayores amenazas pesan sobre las islas jónicas, en la parte occidental del territorio griego, en las que las autoridades ya decretaron una alerta severa, y se prevé que Zorbas toque tierra en la península del Peloponeso y la isla de Creta. Aunque también preocupan las islas del mar Egeo, como Lesbos, que acogen a miles de refugiados procedentes de Siria e Irak.
El domingo se espera que Zorbas llegue al occidente de Turquía, donde la prensa ha destacado que será el primer «huracán» que vive este país en tiempos modernos. En siglos pasados, sólo se tiene registro de la llegada de una decena de éstos.
FF
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