InicioDestacadaTwitter y la censura en Venezuela: ¿Quiénes sí y quiénes no?

Twitter y la censura en Venezuela: ¿Quiénes sí y quiénes no?

En enero pasado, en toda la prensa nacional y los principales medios electrónicos de Latinoamérica, España y EE.UU. leíamos que Twitter había informado el cierre arbitrario de 1196 cuentas que «hacían propaganda a Maduro».

Una noticia como esta, en otro país habría causado el rechazo de actores y actrices, políticos y periodistas, así como defensores de los derechos humanos, que habrían invocado la libertad de expresión y exigido la restitución de estas cuentas.

Pero la realidad es que, desde hace ya algunos años, Twitter ha hecho bastante regular esta práctica en Venezuela, de la que ni se salvan las cuentas oficiales y verificadas por la misma plataforma.

Casos como las del Despacho de la Presidencia, la de Prensa Presidencial, Banco Central de Venezuela (BCV),  además de las de los ministerios de Turismo y Comercio Exterior, Petróleo, Cultura, Servicios Penitenciarios, Finanzas y Educación Universitaria.

 

Además, la red social incluyó a un medio de comunicación social que ni siquiera es venezolano, el iraní Hispan TV también fue incluido en las sanciones masivas.

Y es que según Twitter, además de impedir operar por varios días a estas cuentas oficiales, que por ser oficiales son generadoras de información, el resto, en total 1.196 usuarios fueron borrados.

“A través de los análisis e investigaciones en curso, continuamos desarrollando nuestra comprensión contextual de estas redes de cuentas para mejorar nuestra capacidad de encontrar y suspender esta actividad lo más rápido posible en el futuro”, declaró en ese entonces Carlos Monje Jr., director de políticas públicas de Twitter.

Sobre este tema, el diario chileno El Mercurio, señalado por organizaciones de víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet por apoyar las prácticas de tortura y asesinato selectivo de miles de ciudadanos, publicó: «En el caso venezolano, las cuentas, entre bots y humanos, tuiteaban para posicionar etiquetas en apoyo a Maduro y difundir noticias falsas para confundir a los usuarios reales. Esas cuentas fueron eliminadas semanas antes de que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela tuvieran la tensión que ahora tienen».

Es por esta situación, que muchos community manager de instituciones y medios del Estado venezolano, han tenido que tomar medidas para tratar de impedir que la red del pajarito les censure.

«A veces disfrazamos las informaciones para que no contengan palabras que hemos determinado que son claves para que te bloqueen, y que en un país normal no tienen nada de malo.  Ejemplos como ‘pueblo’, ‘Revolución’, ‘Socialismo’, ‘humanismo’.  Incluso nos abstenemos de temas que no tengan que ver mucho con la labor de la institución, pero que en circunstancias normales deberían ser informadas por todos los medios posibles, como los paquetes de sanciones», explica Paola, encargada de las redes sociales de una importante institución gubernamental, que pidió el anonimato.

¿Cuáles son las reglas de Twitter?

Twitter. como toda comunidad en línea, tiene sus reglas, que de incumplirlas y al ser un software privativo, se es susceptible a suspensión o cierre definitivo.

Hay tres motivos, de acuerdo a estas normas, por los cuales se pueden suspender o cerrar las cuentas: Spam, riesgos para la seguridad de la cuenta: si se sospecha que fue hackeada o vulnerada; y por tuits o comportamientos abusivos: si se denunció que incumple las normas relativas al abuso, como envío de amenazas o suplantación de identidad de otras cuentas.

¿La censura es para todos?

Pero del otro lado de la acera, no pasa lo mismo.  Las cuentas de los líderes de oposición no son ni tocadas, ni examinadas y mucho menos censuradas.

Pero no sólo son respetadas las cuentas verificadas o de líderes políticos, sino que las de personas regulares, tampoco son sancionadas.

Cientos de manifestaciones de odio y parcialización política se viven a diario en contra del chavismo y sus principales voceros, sin que para ellos se apliquen las estrictas normas del Twitter.

En un artículo titulado «¿Está Twitter alentando crímenes de odio en Venezuela?», la cadena rusa de noticias Sputnik cita al hacktivista venezolano Luigino Bracci, quien afirma que esta plataforma estadounidense está totalmente parcializada hacia la oposición.

«Twitter es una empresa que está clara y absolutamente parcializada con el bando opositor en esta contienda que se vive en Venezuela», dijo Bracci.

Han hecho «caso omiso a las denuncias sobre los mensajes que incitan el odio hacia el chavismo, sin embargo, ha sido bastante diligente en suspender innumerables cuentas asociadas a personas que apoyan al chavismo. ¿Cree que esto es una simple omisión o se constituye en algo más? ¿Qué está sucediendo allí?», añadió.

En febrero de 2019, justo cuando el para entonces popular Juan Guaidó estaba en la plenitud de su «gobierno» e intentaba hacer pasar por la fuerza unas gandolas con supuesta ayuda humanitaria, la periodista de la cadena teleSUR, Madelein García, fue fuertemente atacada por sus denuncias de que en estos vehículos pesados se ocultaban implementos necesarios para las llamadas guarimbas, cierres arbitrarios de calles y avenidas muy usados por la oposición desde hace más de 15 años.

Mensajes como estos abundan en Twitter, con lamentables consecuencias que a veces trascienden el mundo virtual.

https://twitter.com/vgutierrezf/status/1107107353005035520

Y todo esto pasa pese a que Twitter, publica en su sitio en Internet: «No se permite fomentar la violencia contra otras personas ni atacarlas o amenazarlas directamente por motivo de su raza, origen étnico, nacionalidad, pertenencia a una casta, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad grave. Tampoco permitimos la existencia de cuentas cuyo objetivo principal sea incitar la violencia contra otras personas en función de las categorías antes mencionadas».

Maya Monasterios Vitols/VTactual.com

En la lista @VTactualVzla: 180 cuentas en Twitter de gran influencia en Venezuela fueron arbitrariamente suspendidas

 

 

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