Mientras que Bruselas y Túnez avanzan en materia económica y financiera, la situación migratoria y las miles de personas que cada día arriesgan sus vidas en el mediterráneo continúa creciendo sin acuerdos concretos y sin ser un tema importante de discusión.
Este viernes el presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, firmaron un acuerdo millonario por un valor de 270 millones de euros dedicados a los sectores de energía, comercio, judicial y fiscal, como parte de la visita que Juncker mantiene en el país africano en los últimos días.
«Túnez saldrá por supuesto, de la lista gris» si continúa trabajando como lo ha venido haciendo, sostuvo el jefe europeo, haciendo referencia a la lista por producción de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.
Al mismo tiempo que Túnez y Bruselas celebran el cierre del millonario acuerdo, más de 90 mil personas, entre ellos tunecinos, luchan por establecerse en Europa para encontrar una mejor vida y son víctimas de las políticas migratorias que la mayoría de los países sustentan en su contra.
«En cuanto a la inmigración, hay que decir que la cooperación entre la Unión Europea y Túnez, se reforzará», fueron las escasas palabras del presidente de la Comisión Europea sobre la migración, sin ofrecer más detalles ni informar acciones concretas a ejecutarse próximamente.
El número de inmigrantes que atraviesan el mar mediterráneo huyendo de la guerra, miseria y pobreza, se incrementa cada vez más. El cierre del 2017 superó la cifra de las cien mil personas que acogieron la ruta, de las cuales casi 3 mil perdieron la vida.
Este año 2018 la cifra parece no detenerse, a mediados de julio la cifra de migrantes que perdieron la vida rondaba las mil personas, lo que evidencia la urgencia de medidas para solventar la crisis.
NA