Por un lado afirma que tiene varias opciones sobre la mesa para Venezuela, por el otro señala que no quiere implicarse mucho en la situación de este país. Ese es el más reciente discurso del huésped de la Casa Blanca, #DonaldTrump, quien ha moderado sus alegatos contra el Gobierno de Nicolás Maduro presionado por otros lideres mundiales quienes apuestan a una salida de la crisis negociada.
El Jefe de Estado, explicó durante una rueda de prensa que conversó sobre el caso Venezuela con casi cada líder asistente a la Cumbre del G20 que se realizó el fin de semana pasado en Osaka, Japón. En esa misma alocución destacó, en clara alusión a una incursión militar, que su gestión no quiere llegar a esos extremos.
Sin embargo, hasta que comenzaron las negociaciones entre el chavismo y la oposición venezolana en Oslo, el Presidente estadounidense y sus funcionarios habían dado a entender, incluso con la participación del Comando Sur en la estrategia, que la intervención militar era la principal opción para provocar la salida del poder de Nicolás Maduro.
Durante la Cumbre del G20, #DonaldTrump conversó sobre Venezuela durante sus reuniones bilaterales con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, recordándole sobre todo al Primer Mandatario brasileño que lograr una transición en el país caribeño y en cualquier otra nación»lleva tiempo».
De hecho, hace ya cinco meses que EEUU reconoció como presidente interino al autoproclamado Juan Guaidó, un tiempo que se ha hecho muy largo para aquellos que esperaban que Maduro abandonara la su cargo en Miraflores en poco tiempo.
ARG