La cifra de fallecidos en la isla de Lombok se incrementó a 557, informaron autoridades de Indonesia tras cuatro devastadores terremotos con magnitudes de 6,3 y 6,9 que sacudieron al país asiático entre el 29 de julio y el 19 de agosto.
A raíz de los sismos continúan desplazadas más de 390.000 personas. Sin embargo, la calma duró poco, pues continúan centenares de réplicas de menor potencia, afectando a 76.765 edificios.
La razón para que se viera tan afectada la isla, es porque Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia de Gestión de Desastres Indonesia, ha informado que su labor se centra en distribuir la ayuda humanitaria para los cientos de miles de personas que continúan en campos para desplazados. “Esta mañana un avión militar llegó a la isla con 100 paquetes de asistencia para las familias, 100 sillas de ruedas y 30.000 tiendas de campaña y lonas”.
Igualmente, aseguró que el acceso a las zonas más difíciles y remotas se está realizando a través de helicópteros y motocicletas, también indicó que cerraron las adyacencias al volcán Rinjani, ya que los temblores ocasionaron algunas avalanchas provocando pérdidas millonarias.
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