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Tarea pendiente de Rajoy con Cataluña

“Esperemos que mañana no se declare nada porque a lo mejor el que lo declare acaba como el que lo declaró hace 83 años”, fueron las palabras de Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular, para hablar de la iniciativa de declaración de independencia por parte del presidente de Catalunya, Carles Puigdemont.

Su referencia, el caso de la declaratoria de 1934 por parte de Lluís Companys, remite a la historia de un hombre que primero fue encarcelado el año de su declaración de independencia catalana, y que 6 años más tarde sería fusilado por la dictadura franquista, a quien la Gestapo (policía del nazismo) se lo entregó tras capturarle en Francia. En definitiva, Casado hizo una amenaza indirecta.

Esto, evalúa Julio Romero, especialista venezolano en Derechos Humanos, “atenta contra la dignidad de cualquier ser humano”, además de parecer una actitud sacada de otros tiempos. “Está acusando, condenando y castigando a una persona”, dice al respecto Moreno, quien hace énfasis en la gravedad de las palabras de Casado como una muestra del manejo de DDHH en España con respecto al caso de Catalunya.

Igualmente, Romero consideró casos como el de una mujer que denunció haber sido violentada no solo con las lesiones que le propinaron los funcionarios policiales, sino que que también fue vejada y humillada sexualmente durante la jornada del referéndum en la que la represión de Estado fue protagonista. Al respecto, lo catalogó como una posible acción para generar miedo y utilizar el terror como arma de coerción contra el pueblo catalán.

En un ejercicio comparativo entre Venezuela y España, para el experto es importante resaltar que durante cerca de 4 meses de guarimbas en 2014, hubo 873 heridos. “Es decir, en España en un solo día hubo la misma cantidad de heridos”, ante lo que se pregunta cuántos habrían sido los agraviados si el referéndum soberanista catalán hubiera durado, por ejemplo, una semana.

Sin embargo, el presidente de gobierno español, Mariano Rajoy, ha manifestado en diversas ocasiones su preocupación por la presunta violación de DDHH en la nación suramericana. Pero hay algo más que destacar para él: de esos heridos, en Venezuela el 32%, unas 278, fueron funcionarios de seguridad del Estado, aunque en el caso europeo el total de heridos eran votantes. Eso y la promoción que se hace internacionalmente al diálogo para España, pero se condenan los esfuerzos en esta dirección del gobierno venezolano.

“Hay una crisis en materia de Derechos Humanos en el mundo. Hay una política sistemática de algunos gobiernos de vulnerar derechos humanos en distintos ámbitos. El caso de Catalunya es un ejemplo”, concluye el especialista ante el panorama, y cita además el caso de los Rohingyas en Myanmar o las prácticas represivas permitidas en Estados Unidos.

JI

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