Este domingo Siria fue blanco de ataques nuevamente, esta vez por el ejercito turco que embistió a blancos kurdos en el norte del país al este del río Éufrates logrando alcanzar posiciones de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, o YPG, en Zor Moghar.
El ataque fue directo a la aldea rural del norte de Aleppo, al otro lado del Éufrates que separa a las fuerzas opositoras sirias respaldadas por Turquía y el YPG.
Este espacio es considerado por Turquía como una organización terrorista vinculada con una insurgencia dentro de sus fronteras. Hasta ahora no se ha informado el número de víctimas que dejó el ataque.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña y la agencia noticiosa kurda Hawar también informaron sobre los ataques y añadieron que la artillería turca apuntó a otras aldeas al este del Éufrates.
Casualmente este ataque se produce un día después de que Alemania, Francia, Rusia y Turquía celebraran una cumbre en Estambul para impulsar una salida política a la guerra civil en Siria. Tras la cumbre de ayer, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que su país continuaría actuando para eliminar la «amenaza» que, considera, suponen las milicias kurdas para Turquía
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