Rusia y Siria firmaron un acuerdo de compra armamentos entre los que destacan los poderosos y modernos misiles S 300, para luchar contra las fuerzas rebeldes que atentan contra el país árabe.
El gobierno de Bashar Al-Assad se armará para poder hacer frente al auto proclamado Estado Islámico que pretende tomar por la fuerza el territorio sirio y sus recursos.
Esta guerra que ha cobrado la vida de miles de civiles inició en el 2011 y ha venido recrudeciendo año tras año con la aparición de nuevos grupos terroristas.
Para luchar contra la gestión del presidente Al-Assad algunas naciones extranjeras han financiado a los rebeldes y los han armado sin tomar en cuenta las bajas civiles en medio del conflicto. Sin embargo en principal financista es el gobierno occidental de EEUU.
La nación del Medio Oriente que en este momento empieza una fase de resonstrucción, cuenta con sus aliados más leales: Irán y Rusia, países que no han dudado en apoyar en la reconstrucción y en la consolidación de sus fuerzas de seguridad.
La decisión de Rusia puede poner en riesgo las relaciones con Israel, uno de los principales opositores del gobierno sirio en la región.
EC