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Singapur se alista para hacer historia

Stamford Raffles fue un político inglés que en 1819 llegó a las tierras que hoy conforman el territorio que hoy es Singapur. Se encontró con unas tierras arrasadas por las guerras internas y, pescando en río revuelto, fundó un asentamiento para el Imperio Británico.

En 1826 Singapur se unió a los territorios de Malaca y Penang, quedando bajo control de la India que era controlada por el ministro inglés de colonias. Así se mantuvo hasta el siglo XX, cuando los japoneses derrotaron a los británicos en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, y tomaron el control del territorio.

Tras la victoria aliada en 1945, Singapur volvió a control británico, y firmó una federación con Malasia en 1959. Poco después, en 1965, Singapur selló su separación e independencia, gracias al impulso que Lee Kuan Yew, primer ministro de las islas, impulsó. Éste político es considerado como el padre de la patria en Singapur.

Rápido crecimiento

Gobernado por el Partido de Acción Popular desde su fundación como república, Singapur se ha levantado como uno de los “cuatro gigantes asiáticos”, junto a Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán. Su economía que mezcla el libre mercado y el proteccionismo estatal, convirtió a la nación en uno de los centros financieros más importantes del mundo, convertido en el cuarto mercado más importante después de Nueva York, Londres y Tokyo.

Singapur muestra los niveles educativos más avanzados del mundo. Su política en el área, orientada a la excelencia, apuesta por convertir a sus ciudadanos en los más inteligentes del planeta. Hoy su población multicultural y multiracial, se exhibe como la que mayor PIB percibe en la economía global.

Política Internacional

Singapur mantiene buenas relaciones con más de 170 países. Es miembro de la Organización de Naciones Unidas, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático y del Movimiento de países No Alineados. Por el manejo de su economía tiene muy buenas relaciones con las naciones de occidente, pero no descuida el respeto a las políticas de sus vecinos asiáticos.

Su condición de nación no beligerante, la convierte en una ciudad-estado con mucha influencia para brindar su apoyo en la solución de conflictos.

Responsabilidad histórica

Las tensiones de décadas entre EE.UU y Corea del Norte, pueden encontrar el camino hacia su solución en Singapur. El primer ministro del país ha brindado su hospitalidad y su patrocinio económico a la realización de una cumbre histórica, que podría dar un vuelco a las relaciones entre las naciones en disputa.

Además, Singapur ya tiene experiencia en celebrar reuniones que pueden bajar tensiones políticas. En 2015 reunió en su territorio a los líderes de China y Taiwan, que no se reunían desde 60 años atrás.

Las estrictas normas  internas, su legislación y sus políticas de seguridad, convierten a Singapur en un sitio bastante conservador como para celebrar una cumbre de tal magnitud.

RB

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