Los antiguos egipcios vivieron hace miles de año, pero sin duda alguna fueron más modernos que otros, o por lo menos más liberales.
Son las conclusiones a las que se llegan una vez que se analizan las costumbres sexuales de pareja de esta civilización que nació hace más de 3 mil años antes de Cristo.
La arqueóloga británica y experta en el antiguo Egipto, Charlotte Booth, explica que aunque en muchas partes del mundo el sexo sigue siendo un tema tabú, para los antiguos egipcios era una parte natural de la vida.
Asimismo, Booth detalla que la lengua egipcia tenía muchas palabras para describir el acto sexual, donde la más común era “nk”. Además, la poesía de esa época estaba llena de referencias sexuales.
Según el periodista y experto en historia, César Cervera, parte del motivo por el cual la sexualidad era algo muy familiar para los antiguos egipcios era que la benévola climatología del país obligaba a que la ropa fuera ligera y a veces fueran directamente desnudos.
Cervera señala que son ciertos los mitos de que realizaban orgías, pero aclara que estas tenían un trasfondo religioso: las prácticas de sexo en grupo eran ceremonias relacionadas con los ritos de la fertilidad.
El Nilo “de semen”
Otra ceremonia atractiva de los egipcios antiguos tenía que ver con el “valor sagrado del semen“.
Los egipcios creían que el dios Atum (“El que existe por sí mismo”) se formó de la nada, tras lo cual se masturbó y de su semen nacieron los dioses que le ayudarían a crear y gobernar el universo.
“Por eso los egipcios consideraban el flujo del Nilo como parte de la eyaculación de Atum y también apreciaban que el faraón tuviera que contribuir a mantener vivo el río”, explica Cervera.
El especialista describe que el faraón de turno encabezaba cada año una ceremonia en conmemoración al acto del dios que consistía en dirigirse a la orilla del Nilo a masturbarse, vigilando que el semen cayera dentro del río y no en la orilla.
Sin casamientos
Los antiguos egipcios también eran muy modernos en cuanto a los vínculos conyugales. Para empezar, no existía un contrato de matrimonio, tampoco una ceremonia civil ni religiosa.
“La mujer simplemente se mudaba a casa de su marido o en algunas ocasiones era el hombre el que se mudaba a la vivienda de la mujer”, explica Booth.
Sin embargo, sí había un elemento más conservador en estos vínculos: aunque el sexo era considerado una parte normal de la vida diaria, era preferible que se diera dentro de un matrimonio, cuenta la egiptóloga. Por tal razón era normal que muchos se unieran a una edad joven.
Matrimonio de prueba
Una característica resaltante de estas uniones era que podían realizarse de manera temporal. Los arqueólogos hallaron evidencias de documentos que describen los términos de acuerdos transitorios.
“Estarás en mi casa mientras estés conmigo como esposa desde hoy, el primer día del tercer mes de la temporada invernal del decimosexto año, hasta el primer día del cuarto mes de la temporada de inundación del decimoséptimo año”, reza uno de los textos.
Estos acuerdos eran conocidos como un año de comer, lo que le permitían a la pareja experimentar un matrimonio. Si la prueba no funcionaba, cada uno podía retomar su soltería.
Divorcios
Sin embargo, quienes estaban en un matrimonio más tradicional también podían ponerle fin alegando varias causas.
El proceso era sencillo para ambas partes. El hombre podía decir: “Te echo”, o la mujer podía declarar: “Te dejo”, o cualquiera de los dos podía afirmar: “Me divorcio de ti”, describe Booth.
Las causas más comunes de separación eran el adulterio o la falta de hijos, lo mejor de todo era que estar divorciado no era un estigma social. Tampoco impedía que las partes volvieran a contraer matrimonio.
Sin embargo, dado que el principal objetivo del matrimonio era reproductivo, si una mujer se divorciaba cuando tenía más de 30 años, era improbable que se volviera a casar, señala Booth, ya que se la consideraba demasiado mayor para tener hijos.
Irónicamente, este preocupación es quizás una de las pocas cosas que aún tenemos en común con los antiguos egipcios, ya que una mujer mayor sin hijos enfrenta discriminación en muchas sociedades.
MT