Siria y Rusia desmienten estar detrás de un supuesto ataque químico perpetrado en la provincia siria de Idlib que, según reportes, dejó al menos 58 muertos.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), citando a fuentes sanitarias, reportó este martes el incidente, a raíz del cual, además de los muertos, decenas de personas resultaron heridas, señala la ONG, mencionada por Reuters.
No obstante, una fuente militar siria ha dicho esta misma jornada que el Ejército sirio “no (usa) y no ha usado” armas químicas, “ni en el pasado, ni en el futuro”.
En este sentido, el miembro del Parlamento sirio Sharif al-Shahada informó a los medios que el incidente podría haber sido causado por la explosión de un depósito de armas químicas instalado y mantenido por grupos armados de la llamada oposición siria en la citada región. Además, señaló a las fuerzas turcas de haber suministrado armas químicas a los llamados rebeldes sirios.
Por su parte, el Ejército de Rusia rechazó este mismo martes haber realizado ningún tipo de bombardeo aéreo en la provincia de Idlib. “Los aviones de la Fuerza Aérea rusa no han dirigido ningún bombardeo en la zona de la localidad de Jan Sheijun”, indicó el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
Tras el ataque químico, la oposición siria arremetió contra Damasco y Moscú, a los que acusó de haber llevado a cabo tal tipo de ofensiva sin ofrecer pruebas. Según la oposición, aviones rusos y sirios efectuaron cuatro bombardeos con proyectiles que contenían gas cloro y gas sarín en distintas áreas de Jan Sheijun, donde se reportó el referido ataque.
Pese a que el OSDH desconoce qué tipo de gas se empleó en el ataque, deja en claro que algunos civiles murieron por asfixia, mientras que varias otras personas “perecieron tras ser trasladadas a los hospitales”, de acuerdo con Rami Abdel Rahman, director de la ONG, en declaraciones a la agencia de noticias AFP.
En numerosas ocasiones las autoridades sirias han rechazado las acusaciones lanzadas por organismos occidentales y locales, en las que se ha tratado de vincular al Ejército de la nación árabe con el uso de armas químicas.
Llama la atención que este ataque coincide con el cambio de discurso de los gobiernos occidentales. Portavoces de EE.UU. y la Unión Europa arremetieron contra el presidente sirio Bashar Al-Assad a principios de esta semana, insistiendo en que debe dejar el poder por «sus crímenes», cuando la semana pasada habían indicado en que no insistirían en ello y reconocieron que es papel clave para la lucha contra el terrorismo en su país.
Con información de HispanTV.
JA