Cuando una estrella se apaga, su luz persiste en quienes la admiraron. Roberta Flack, la icónica voz del soul y el R&B, ha dejado este mundo a los 88 años, pero su música continúa resonando en millones de corazones. Más que una cantante, fue una narradora de emociones, capaz de transformar el amor, la pérdida y la esperanza en melodías inolvidables.
El adiós a una leyenda
Flack falleció en Manhattan tras sufrir un infarto, rodeada de su familia. Su trayectoria estuvo marcada por grandes éxitos como The First Time Ever I Saw Your Face y Killing Me Softly With His Song, canciones que trascendieron generaciones y definieron una era de la música. Diagnosticada con ELA en 2022, su fortaleza se mantuvo intacta hasta el final.
Para quienes crecieron con su voz como banda sonora de sus vidas, la noticia de su muerte es un golpe profundo. Redes sociales y medios se han inundado con mensajes de despedida y agradecimiento. “Me enseñaste a sentir la música con el alma”, escribió un fan en Twitter.
Una pionera que cambió el soul
Nacida en Black Mountain, Carolina del Norte, Flack se destacó desde temprana edad por su talento en el piano. A los 18 años ya era graduada de la Universidad de Howard y, aunque soñaba con el bel canto, fue el soul quien encontró en ella un instrumento perfecto.
Descubierta mientras tocaba en un pequeño restaurante de Washington, su carrera despegó con el álbum First Take en 1969. Su estilo, a la vez íntimo y poderoso, conquistó públicos de todas las razas y géneros, convirtiéndola en un puente musical entre mundos que pocas artistas lograban conectar.
Más que una artista, un símbolo de inspiración
Su legado no se limita a los premios y los récords. Flack fue una aliada de la comunidad LGTBI, una defensora de los derechos civiles y una mujer que nunca dejó de reinventarse. Desde sus colaboraciones con Donny Hathaway hasta su inesperado álbum de versiones de The Beatles en 2012, cada nota que interpretó llevaba su sello inconfundible.
Su influencia sigue viva en artistas actuales como Alicia Keys, Lauryn Hill y John Legend, quienes han reconocido cuánto deben a su sonido y a su sensibilidad. Su interpretación de Killing Me Softly inspiró a los Fugees a lanzar una versión en los 90 que volvió a conquistar al mundo.
El eco de su voz no se apaga
Con su partida, queda el vacío de una figura irremplazable. Sin embargo, su música permanece como un refugio para quienes buscan consuelo en sus letras y en la calidez de su voz. Roberta Flack nos enseñó que una canción puede ser un abrazo, una historia o una despedida. Y aunque ya no esté físicamente, su voz sigue aquí, matándonos suavemente con su canción.