El Festival de Viña del Mar es un escenario temido y respetado por los artistas. La Quinta Vergara, conocida como «El Monstruo», ha catapultado carreras y devorado sin piedad a quienes no logran conquistar al público. En 2024, George Harris, un comediante venezolano radicado en Miami, se sumó a la lista de quienes fueron abucheados y obligados a retirarse antes de finalizar su presentación.
Lo ocurrido generó un debate en redes: ¿fue víctima de xenofobia, de su propio ego o simplemente su humor no encajó con el público chileno?
Un show que nunca despegó
Desde el inicio, la rutina de Harris no logró enganchar a los asistentes. A diferencia de su contenido habitual, centrado en la experiencia de la diáspora venezolana, el comediante optó por una propuesta más «internacional», con temas sobre redes sociales y la adicción al celular. Sin embargo, las risas fueron escasas y los abucheos comenzaron a sentirse.
La respuesta de Harris al rechazo del público pareció agravar la situación. Frases como “No puedo creer que hayan pagado una entrada para pitar” o “Levántate una venezolana, marico” no ayudaron a calmar los ánimos. Al final, el comediante decidió abandonar el escenario tras varios intentos fallidos de recuperar el control.
¿Xenofobia o antecedentes problemáticos?
Para muchos de sus seguidores, la hostilidad del público chileno tuvo un trasfondo xenofóbico. No sería la primera vez que los migrantes venezolanos enfrentan discriminación en Chile. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado en varias ocasiones actos de violencia contra esta comunidad.
Sin embargo, medios locales recordaron que Harris había hecho comentarios críticos sobre la sociedad chilena en redes y presentaciones previas. ¿Influyó esto en su recibimiento en Viña?
El peso del contexto y la tradición del Monstruo
El fracaso de Harris no es un caso aislado. Otros comediantes han vivido experiencias similares en Viña del Mar. En 2019, la chilena Alejandra Dueñas también fue abucheada y no logró conectar con el público. Incluso artistas icónicos como Xuxa y María Conchita Alonso han sido víctimas del Monstruo.
Esto sugiere que más allá de la nacionalidad, el humor en Viña del Mar es un desafío en sí mismo. El público es exigente y no perdona errores.
¿Es Harris un mal comediante o solo tuvo una mala noche?
Su éxito en Miami y su gran comunidad de seguidores indican que Harris tiene un público fiel. Sin embargo, su fracaso en Viña revela que su estilo puede no ser universal. En un escenario como el de Quinta Vergara, donde la conexión con la audiencia es clave, su estrategia no funcionó.Al final, lo sucedido con George Harris abre una discusión más amplia: ¿hasta qué punto un artista debe adaptar su humor a cada cultura? En Viña del Mar, quedó claro que el Monstruo no se deja domar fácilmente.