Este lunes, la justicia rusa dictó cadena perpetua contra el expolicía Mijaíl Popkov, de 53 años, considerado como uno de los asesinos en serie más atroz de la historia de Rusia, tras acabar con la vida de al menos 78 mujeres, entre 1992 y 2007, en ciudades como Angarsk y Irkutsk, al este del país.
De acuerdo con las investigaciones, las víctimas, entre 17 y 38 años de edad, eran abusadas sexualmente antes de ser asesinadas. Esta acción contribuyó, posteriormente, a determinar la participación de Popkov, en los casos, al realizar pruebas de ADN.
Se pudo conocer que durante varios años, haciendo uso de sus atribuciones como policía, “El Purgador”, como se le conoce comúnmente, participó en las investigaciones de los casos, donde pudo limpiar sus huellas y desviar sospechas en su contra.
Con el objetivo de “limpiar a Siberia de mujeres inmorales”, Popkov, recorría diversas calles, donde localizaba a sus víctimas y las invitaba a tomar un trago, a dar un paseo, en cuanto las féminas accedían, las violaba y las apuñalaba con hachas, cuchillos o destornilladores.
Por su parte, el tribunal regional de Siberiano procedió a quitarle a El Purgador, su rango policial y una pensión de 317 euros. Con esta sentencia emitida este lunes, Popkov, es considerado como uno de los asesinos más sangrientos de Rusia, por encima de Andreu Tchikatilo, quien asesinó a 53 adolescentes y Alexander Pitchushkin, condenado por asesinar a 48 personas en Moscú.
YR