Durante el Festival Gabo de Medellín, Colombia, en su participación en el panel «Romper con el silencio: periodismo y acoso sexual”, la reportera argentina Luciana Peker señaló que el periodismo feminista dio voz a las víctimas de abusos y acoso sexual cuando nadie lo hacía y abordó el impacto de los movimientos como #MeToo y Time’s Up.
La autora de «Por un feminismo del goce» manifestó que ha desarrollado un periodismo femenino que «confía en su propia escucha» después de muchas entrevistas con las víctimas.
Para la periodista, desde América Latina, especialmente desde Argentina, «generamos mucho antes que en Estados Unidos, que en Europa, la visibilización de temas que la agenda del periodismo masculino no hubiera hecho».
Revolución mundial
Según su experiencia, la trayectoria del periodismo feminista en Argentina lo convirtió en «pionero» de una revolución mundial que también tiene «sensibilidad, escucha y experiencia».
Y mientras Peker confía en su «escucha» y «experiencia» en torno al tema, para el periodista chileno Andrew Chernin, compañero panelista, la rigurosidad es su premisa, pues considera que un reportaje con más fuentes es «más contundente que un posteo en Facebook o en Instagram».
El periodista, premiado por una serie de investigaciones sobre abuso sexual en la industria audiovisual chilena, señaló que hay que dejar de lado el escepticismo en torno a las denuncias de las víctimas de abuso e insta a entender que «a nadie se le puede pedir que sea una heroína o exigir que sea valiente».
«Para una chica es muy difícil salir a hablar con nombre y apellido», comentó sobre el trabajo que realiza, que no ha sido planeado desde el activismo sino desde el reporterismo.
FF