El incremento del número de pensionados en Venezuela es, sin duda, uno de los grandes logros de la Revolución Bolivariana, que desde sus inicios priorizó la atención de este importante sector de la población dedicado por años a trabajar por el desarrollo del país.
De 387.000 en 1999 a más de 3,2 millones en la actualidad pasó el número de pensionados, lo que se traduce en un aumento de más de 600 % durante los últimos 18 años.
Este amplio alcance de la población de la tercera edad del país no hubiese sido posible sin la creación en 2011, por iniciativa del entonces presidente, Hugo Chávez, de la Gran Misión En Amor Mayor, que permitió universalizar el derecho a una pensión en Venezuela.
Desde entonces, no solamente obtienen su pensión quienes cotizaron en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), sino también aquellos que son incluidos en el sistema de protección del Estado a través de este programa que, a su vez, es parte de la política social de gran magnitud que funciona en el país, que además incrementa cada vez que se anuncia aumento del salario mínimo en la nación.
La Revolución Bolivariana ha garantizado su acompañamiento a este sector. Comenzó con Chávez en 1999 y ha continuado el mandatario, Nicolás Maduro.
En España no se puede decir lo mismo, ya que en esa nación el gobierno de Marano Rajoy aprobó en solitario la reforma de las pensiones en el año 2013, y a raíz de eso los pensionados y jubilados realizan marchas frecuentemente con el fin de defender un sistema público de pensiones fuerte y sostenible en Madrid.
El secretario general de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo y Pepe Álvarez de La Unión General de Trabajadores (UGT), señalan que los objetivos de los sindicatos con las movilizaciones son derogar o modificar sustancialmente la reforma unilateral que impuso el Gobierno del PP en el año 2013, especialmente la fórmula de revalorización de las pensiones y el llamado factor de sostenibilidad, y mejorar significativamente la estructura de ingresos del sistema.
Sordo explica que tal y como está redactada actualmente la reforma de 2013, la tasa de sustitución (relación entre la cuantía de la pensión y el último sueldo recibido) pasará del 79% existente en 2013 al 48% en 2060.
Muchos de los pensionados y jubilados aseguran que estas marchas son su forma de reivindicar la importancia del sistema público de pensiones, el mayor elemento de vertebración del modelo social.
Por su parte, Álvarez insiste en que los sindicatos necesitan alcanzar un acuerdo con el Gobierno porque necesitan cambiar la reforma que hizo el PP en 2013.
«Eso es una novedad en el sindicalismo, porque nos solemos movilizar para sostener algo y en este caso ésta es una movilización a la ofensiva: queremos recuperar lo que teníamos», expresó Álvarez.
El líder de UGT asegura que se debe volver a la revalorización automática de las pensiones que había antes de 2013 y establecer un factor de sostenibilidad, pero distinto a cómo está diseñado actualmente.
Aunque los protagonistas de estas marchas son los jubilados y pensionistas de UGT y CCOO, los sindicatos han llamado a participar a toda la sociedad, especialmente a los jóvenes, ya que creen que deben luchar por tener una pensión digna cuando lleguen a la jubilación.
MT