El Reino Unido figura como uno de los países desarrollados con mayor desigualdad, un problema con gran impacto que trae como consecuencia la pobreza, la cual afecta especialmente a los niños.
Para el 2018 se prevé un aumento de un 50% de la pobreza, por motivos que van desde imposibilidad de pagar servicios básicos, la gasolina y el alza de los precios que muestran un panorama poco optimista.
Las principales causas de la caída del nivel de vida de gran parte de la población británica, son el estancamiento de beneficios e ingresos salariales que cayeron en un 13,3% para el sector educativo y de salud, mientras que en la administración pública se redujo en un 14,3%.
La situación cambia para los trabajadores que ocupan cargos ejecutivos, quienes perciben aumentos progresivos, una clara evidencia que la economía no funciona igual para todo el mundo en la nación ubicada al noroeste de Europa.
En este contexto, los niños en familias con un único adulto son los que más riesgos corren de caer en el umbral de la pobreza, según reporte de la secretaria general de la Federación de Sindicatos británica, por sus siglas en inglés (Trades Union Congress, TUC).
El estudio afirma que la gran mayoría de los pobres de este rincón del Primer Mundo son niños, mujeres y miembros de minorías étnicas, lo que aumenta la inequidad y desigualdad en un país donde predominan sectores de clase social poderosa, reyes y falta de igualdad.
GG