Tal y como estaba previsto, el Parlamento de Catalunya rechazó la investidura de Quim Torra como presidente de la Generalitat, un candidato en quien los independentistas confían para poner fin al bloqueo político de la región, la decisión a una segunda votación quedó aplazada para el lunes.

No obtuvo la mayoría absoluta de 68 diputados, resultado predecible con 65 votos en contra, 66 a favor y 4 abstenciones de los anticapitalistas de la CUP. El lunes le bastaría con la mayoría simple de los 135 escaños de la cámara para ser elegido.
La sesión que inició al mediodía en el Parlamento, el candidato afín al expresidente Carles Puigdemont, hizo una declaración de intenciones y se comprometió a trabajar “sin descanso” para lograr una república catalana.
El discurso Puigdemont fue alabado por su partido y criticado por la oposición a partes iguales, mientras que el Gobierno central lo calificó de “frentista” y aseguró que actuará contra cualquier ilegalidad.
La incertidumbre se mantenía no obstante ya que la CUP ha convocado asambleas el domingo para plantear si sus cuatro diputados finalmente se abstendrán o votarán, una opción que prolongaría el bloqueo político.

A diez días de que expire el plazo para convocar unas nuevas elecciones, el independentismo aspira con su cuarto candidato a poner fin a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, que supuso la intervención de las instituciones regionales y el cese en bloque del Ejecutivo regional presidido por Puigdemont.
GG