Un alto funcionario de la ONU alertó el miércoles al Consejo de Seguridad que si no logra romper el sitio en Alepo, los residentes de la ciudad siria corren el riesgo de ser exterminados. «Por razones humanitarias llamamos -rogamos- a las partes y a quienes tienen influencia que hagan todo lo que esté a su alcance para proteger a los civiles y se permita el acceso a la parte sitiada del este de Alepo antes de que se convierta en un gigantesco cementerio», dijo Stephen O’Brien, el subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, informó AFP.
Al dirigirse a una sesión especial del Consejo de Seguridad por videoconferencia desde Londres, O’Brien dijo que el tiempo apremia a medida que se acerca el invierno.
Los residentes se han visto obligados a hurgar en la basura por alimento, los hospitales no están funcionando tras reiterados bombardeos, y solo desde el sábado unas 25.000 personas han huido de la zona este Alepo, dijo O’Brien.
Agregó que los convoyes de ayuda humanitaria estaban listos para salir desde Turquía y el oeste de Alepo, pero que pare ello se necesita poner fin al sitio y proteger a los civiles. «Aquellos que no pueden o no quieren honrar sus obligaciones básicas deberían saber que algún día van a ser responsabilizados por sus acciones», agregó.
La zona este de Alepo ha sido un bastión clave de los rebeldes desde 2012, y las fuerzas del gobierno están determinadas a quitarles el control.
Más de 250.000 personas vivían en la zona este de Alepo cuando el gobierno montó un sitio cuatro meses atrás.
El presidente sirio Bashar al Asad cuenta con el respaldo tanto diplomático como militar de Rusia e Irán, quienes han permitido a Damasco, recuperar al menos el 40% de la ciudad de Alepo que se encontraba en manos de los terroristas de ISIS.
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