El periodista y opositor saudí Jamal Khashoggi, desaparecido desde inicios de octubre, «murió en una pelea con algunos individuos en el consulado de Arabia Saudí en Estambul», así lo informó a través de un comunicado el fiscal general Saudí, Saud bin Abdullah al Muajab.
«La investigación preliminar del caso Khashoggi indica a que está muerto; una conversación de Khashoggi con las personas con las que se reunió en el consulado del reino en Estambul desembocó en una disputa y una pelea, lo que provocó su muerte», dijo el fiscal, declaraciones que son el resultado preliminar de la investigación.
Antes de estas declaraciones se sospechaba que el periodista fue torturado por agentes de seguridad saudíes quienes presuntamente le interrogaron y luego lo desmembraron para deshacerse del cuerpo, versión rechazada por el gobierno Saudí.
El caso del periodista se ha convertido en la manzana de discordia entre Turquía y Arabia Saudí, hasta el momento se ha hecho la detención de 18 ciudadanos saudíes y «continúa el interrogatorio (…) todos súbditos saudíes», dijo el fiscal quien subrayó que todos los involucrados en el crimen responderán ante la justicia.
Por supuesto las opiniones gratuitas del gobierno estadounidense no se hicieron esperar quien envió al secretario de Estado, Mike Pompeo, a Riad para que se reuniera con el rey Salmán bin Abdulaziz, quien en principio rechazó toda implicación en el caso, pero aceptó crear con Turquía un grupo de investigación conjunto.
EC