El gobierno nicaragüense presidido por Daniel Ortega, informó este martes su decisión de mantener firme su deber en la defensa de preservar la seguridad, la paz y el derecho a la vida dentro de todo el país, además de permitir la libre circulación por todo el territorio.
A través de un comunicado el denominado Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), enfatizó que ante el ambiente de violencia generado por grupos fascistas, el Estado mantiene su compromiso para restaurar la paz, la armonía y la convivencia siempre apegados al orden jurídico de la Constitución Nacional.

Este lunes, los habitantes de Jinotepe expresaron su repudio a la iglesia católica que dejó en evidencia su complicidad con el terrorismo, al descubrir dentro de la parroquia de Santiago, las cajas de medicinas robadas semanas atrás por los grupos violentos.
Los vecinos luego de comprobar la relación entre la iglesia y los causantes del terror en Nicaragua, sacaron los medicamentos y los llevaron a los centros de salud para atender quienes han sufrido ataques.

La vicepresidenta del país, Rosario Murillo aseguró que el gobierno sandinista no instala ni avala el terrorismo, la violencia, la muerte o la destrucción. “Los sandinistas solo somos capaces de grandezas y de manifestar nuestra humanidad como mandato de Dios”.
La Asamblea Nacional de Nicaragua, ha convocado a una nueva jornada por un sincero y prospero diálogo nacional que permita acabar con las agresiones de grupos terroristas, invitando a una mesa de reunión entre el gobierno, estudiantes, sectores empresariales y la iglesia.
La crisis sociopolitica en Nicaragua producto de la violencia desatada por algunos sectores se acerca a sus tres meses, sin ninguna solución concreta a corto plazo y hasta la fecha ha cobrado la vida de al menos 300 personas.
MP