El rechazo por parte de la actriz Natalie Portman de recibir el Premio Génesis (considerado el Nobel israelí) ha sido un trago amargo para el Gobierno y la derecha israelí, quienes han reaccionado con duras críticas por la decisión tomada, en las que algunos llegan al extremo de acusarla de «antisemitismo» por ponerse de lado de las víctimas palestinas.
Portman nació en Jerusalén en 1981 como Neta Lee Hershlag, creció en Estados Unidos y nunca ha ocultado su orgullo por sus raíces israelíes y herencia judía, como dijo al rechazar asistir a la entrega del citado galardón.
Portman alegó que el motivo por el cual rechazó dicho premio, fue la escalada de violencia en Gaza y no querer aparentar que apoya al primer ministro, Benjamín Netanyahu, que iba a dar un discurso en la ceremonia.
«El maltrato de los que sufren las atrocidades de hoy no está en línea con mis valores judíos. Porque me preocupa Israel, debo oponerme a la violencia, la corrupción, la desigualdad y el abuso de poder», escribió Portman en su red social Twitter.
El premio, dotado con un millón de dólares que el beneficiario debe invertir en causas humanitarias de su elección, se adjudica a personas que sirven de inspiración a las siguientes generaciones a través de sus sobresalientes logros profesionales, y por su compromiso con los valores y el pueblo judío.
Antes que Portman, lo recibieron el violinista Itzhak Perlman, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg y el actor y director Michael Douglas.
La ministra de Cultura, Miri Reguev, lamentó que la actriz haya caído en manos de los que apoyan el BDS (Movimiento de Boicot a Israel), y ayer el parlamentario del Likud, Oren Hazan, declaró que: «Quien boicotea al primer ministro nos boicotea a nosotros».
«Portman es una antisemita. Ahora la gente dice: mirad, hasta la judía más ética ataca el Estado judío, si no quiere ser parte de nosotros, que renuncie a su ciudadanía», remarcó Hazan. Por su parte, el ministro de Energía, Yuval Steinitz, también cree que el rechazo a aceptar el premio bordea el «antisemitismo».
Esta no es la primera vez que Portman expresa sus críticas contra el primer ministro. En 2015 le acusó de hacer comentarios racistas y aseguró estar muy descontenta y decepcionada por su reelección.
En el actual clima de violencia en la frontera con Gaza, otras voces israelíes señalan que la rebelión de Portman se queda corta.
«Netanyahu es ciertamente un problema, pero él no es el problema por el que Portman, una persona con buena conciencia y sionista, debe hacer oír su voz», señaló ayer el periodista Guideon Levy en el diario Haaretz, advirtiendo que la tendencia de la izquierda israelí de personalizar todos los males en Netanyahu le hace un flaco favor a la causa de la antiocupación, que viene de mucho antes.
MT