Las variadas disciplinas del arte en Venezuela están representadas por notables personajes, que han dejado huellas imborrables gracias a sus extraordinarios talentos plasmando en obras con emociones e ideas avanzadas, por tal razón muchos de ellos gozan de fama mundial. El siglo XX fue testigo de la trayectoria de un gran creador de objetos con llamativas formas que impresionaron a miles de maestros y críticos. Hoy 5 de junio 2020 #VTesencia le brinda un homenaje a Jesús Soto con motivo de cumplirse 97 años de su natalicio, honrando de esta manera el inmenso legado que dejo al arte visual universal.
La tierra que lo vio nacer
Al sureste de Venezuela esta ubicada Ciudad Bolívar, estado Bolívar lugar de encantadoras bellezas naturales, un 5 de junio de 1923 nació Jesús Rafael Garcia Soto el primogénito de Emma Soto y el músico violinista Luis Garcia Parra. Carencias y rigidez en la crianza junto a sus cuatro hermanos fue lo que caracterizó gran parte de su infancia. Por pertenecer a una familia numerosa sus padres fijan residencia en una hacienda, que sin duda sirvió para despertar el interés artístico como niño curioso por muchas cosas de su variable en torno.
Primeros estudios y sus retos
En el transcurso del año 1925, la madre de Jesús Soto se propone dentro de sus limitaciones económicas dar inicio a sus estudios primarios, la abuela materna logra comprarle sus primeros lápices de colores para motivarlo a dibujar en la niñez. Fue un aventajado alumno con excelentes calificaciones, más adelante experimenta con la música ejecutando la guitarra. Atraído por la pintura Jesús realiza el ejercicio de replicar cuadros que miraba en cualquier publicación que le llamaba la atención. Al cumplir dieciséis años trabaja realizando afiches para las marquesinas de un cine, luego de esa experiencia amistades lo animan a formalizar estudios en las artes plásticas.
El joven visionario dentro del arte
Jesús Rafael Soto fue un excelente estudiante, demostrando en el estado sus habilidades en el dibujo y la pintura. En Bolívar, su tierra natal, logra obtener en el año 1942 una beca para cursar estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. En esa época comparte gratos momentos junto a otros destacados estudiantes como Carlos Cruz Diez y Alejandro Otero, quienes también se convirtieron en el futuro como figuras emblemáticas y orgullo del arte venezolano. Soto llega a París, Francia en 1950, gracias al otorgamiento de una retribución por el desempeño de su trabajo en el estado Zulia, para así poder ampliar sus estudios de arte.
Las oportunidades en Francia
En 1955, diversas técnicas del arte fueron de gran provecho en las manos de este venezolano estando en tierra europea, París le brindó la oportunidad para mostrar su novedosa propuesta del “cinéstismo”, corriente de las artes plásticas que tiene la visión de la interacción del espectador con la obra expuesta. También el efecto Moiré fue un recurso que utilizó este creador en sus obras para dar un efecto óptico que se logra con rejillas de diferentes tamaños. Jesús trabajó en bulevares parisinos ejecutando su guitarra, cantando hermosos versos para el deleite de muchas personas y aprovechó la oportunidad para difundir la música venezolana.
Exposiciones de impresionantes obras
Este artista venezolano cuenta con un gran catálogo de extraordinarios trabajos, los cuales entre las décadas de los 70 y 90 fueron mostrados en el Museum of Modern Art de Nueva York, Centro Georges Pompidou en París, Bienal de Venecia, así como en instituciones, lugares abiertos y salones de gran importancia. Mencionamos algunas de sus creaciones: Escrituras, Vibraciones metálicas, Dinámica del color, además esculturas en las que las personas pueden caminar conocidas como “Los penetrables de Soto”, la estructuras cinéticas,“Esfera de Caracas” icono de la capital, ubicado en la autopista Francisco Fajardo, entre otras magistrales obras.
Merecidos reconocimientos para un notable
Los venezolanos sienten mucho orgullo cuando se menciona en cualquier lugar del mundo la trayectoria de Jesús Soto, es significativa la admiración expresada por seguidores y de quienes llegan a conocer la herencia cultural que dejó en sus vistosas creaciones. En vida recibió cuantiosos homenajes y reconocimientos de los cuales citamos los siguientes: Un museo con su nombre ubicado en su tierra natal de Ciudad Bolívar, Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela, Medalla Picasso, catálogos, entre otras distinciones. El 14 de enero de 2005, Soto viajó a otro plano multicolor estando radicado en París, Francia.
Lisdhe Ramos/VTactual.com
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