En un mundo cada vez más concienciado en torno a la necesidad de la cooperación internacional y el multilateralismo, no existe foro al que acudan los halcones de Washington sin que les digan a la cara que EE.UU. está en la búsqueda de establecer su hegemonía mundial y que desea imponer sus reglas y su manera de pensar.
Justamente ha pasado en la edición 2020 de la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania), evento que cada año, desde 1963, convoca a más de 350 personalidades de unos 70 países para debatir políticas de seguridad internacional.
En la ocasión, el presidente de Alemania, Frank Walter Steinmeier, señaló que a los de la Casa Blanca poco les importa la idea de que exista una comunidad internacional.

De hecho, aprovechó la 56ta Conferencia para convocar a Occidente a abandonar la idea de “occidentalizar al mundo” y a adoptar una política exterior nueva y realista en las relaciones con China, Rusia y otras potencias regionales.
El llamado que incomodó a Washington
El asunto, desde luego, no pasó desapercibido para el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien de plano rechazó la idea de una “crisis de Occidente”, incluso las críticas contra su país, y lamentó que en los últimos años se ha encontrado con declaraciones de líderes de países democráticos “que dudan del compromiso de EEUU con el multilateralismo, con la OTAN o con la idea de una comunidad internacional”.
"The West doesn't define a space or piece of real estate. It's any nation, any nation that adopts the model of respect for individual freedom, free enterprise, national sovereignty." – @SecPompeo at #MSC2020, picking up on #Westlessness. pic.twitter.com/5sIFD5RztZ
— Munich Security Conference (@MunSecConf) February 15, 2020
Y aunque no pronunció el nombre de Steinmeier, sí que le generaron incomodidad “las declaraciones que oí en esta conferencia”, de las que aseguró: “No son un reflejo de la realidad”. Incluso sobre el declive de la OTAN, resaltó: “Hablar de la muerte de la alianza transatlántica es una exageración”.
Pompeo negó que se pueda hablar de una crisis de Occidente, aunque la administración de #DonaldTrump siempre se plantea la posibilidad de abrir frentes contra Cuba, Irán, Venezuela, Turquía o todo aquel país que ponga en entredicho su política global.

No obstante, el vocero de la diplomacia estadounidense esgrime la lucha contra el terrorismo internacional como un elemento que le involucra activamente en “la defensa de la soberanía” de otros países, entre ellos Ucrania o Israel, y no pierde la oportunidad de decir que aquello “muestra su compromiso con la comunidad internacional”.
Frentes (de guerra) internacionales vs el multilateralismo
Si el compromiso internacional de Washington se mide por el número de frentes de conflicto que abre con otros países, no es de extrañar que Pompeo se sienta muy solidario con la comunidad mundial.
La necesidad de imponer a sus aliados europeos la política que se debería aplicar a Irán o China, resultaron, por ejemplo, parte de su agenda.
“Cuando hablo de Irán con mis colegas europeos es claro que sabemos de lo que estamos hablando, que tenemos que evitar que ese país tenga armas atómicas. Sin embargo, puede haber diferencias en cuanto a la táctica que debemos usar para hacer frente al problema”, por lo que para el político estadounidense la cita de Múnich no pasará sin hacer entender a sus homólogos y a los líderes del viejo continente que la mejor manera de resolver todo es a la manera “norteamericana”.
Por eso, inició con algo de retórica “unionista” y retomó las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien subrayó la necesidad de mantener el tratado del Atlántico Norte.
“Algunos dicen, necesitamos más Europa. Estoy de acuerdo (…) Todo intento por separar Europa de EEUU no sólo implica reducir nuestra capacidad de defensa sino también el riesgo de una división europea”, dijo.
Apoyos a su manera de ver el mundo
Y enseguida se lanzó a buscar apoyos para su manera de ver el mundo, para sumar a lo que Washington considera que es el multilateralismo –o su forma de juntar esfuerzos mediante la política del miedo para atacar a los enemigos de la Casa Blanca-.
Para ello insistió, por ejemplo, en el supuesto problema que representa Huawei, consorcio chino al que acusa de ser una herramienta de los servicios secretos del gigante asiático para introducir troyanos a Europa.
También habló de la lucha contra el Estado Islámico o de la situación en Ucrania, pasando por la necesidad de contener a Rusia, etcétera.
Así, es casi seguro que en similares términos habló con sus homólogos de la Unión Europea para seguir manteniendo a raya a Caracas y su “régimen socialista” que le viene alborotando las cosas en América Latina.
FF/VTactual.com