El Tribunal Superior de San Francisco (Estados Unidos) determinó que la empresa Monsanto debe pagarle 290 millones de dólares a un paciente con cáncer que en 2016 demandó a la empresa por padecer linfoma no Hodgkin. El caso fue acelerado, pues los médicos del demandante dijeron que es poco probable que viva más allá de 2020.
El argumento es que la compañía no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar el herbicida Roundup de Monsanto.
La demanda está basada en los descubrimientos en 2015 del Centro Internacional de Investigación del Cáncer, un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que catalogó al glifosato, principal componente de los herbicidas, como «probablemente cancerígeno».
El jurado también concluyó que la omisión de las advertencias necesarias contribuyó «sustancialmente» en la enfermedad de Johnson, que padece linfoma no hodgkiniano (un cáncer en los linfocitos de la sangre). Los médicos del demandante aseguraron en el juicio que al afectado le quedan meses de vida.
Dewayne Johnson, es un conserje escolar de 46 años y asegura que utilizó el herbicida Roundup de Monsanto de manera frecuente mientras trabajó como jardinero para el distrito escolar de San Francisco.
«Recibí mucho apoyo desde el comienzo de este asunto, muchas oraciones y energía de personas que ni siquiera conozco. Estoy contento de poder ayudar a una causa que me supera. Y espero que esta decisión comience a darle la atención que necesita«, expresó.
El glifosato es un herbicida que ha generado una gran controversia en todo el mundo por presuntos efectos perjudiciales tanto en la salud de las personas como en las tierras rociadas con productos que lo contienen.
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