En terminología astronómica, se dice que un eclipse solar se produce únicamente durante una luna nueva, y un eclipse lunar, ocurre solamente en luna llena. En épocas en las que la humanidad ignoraba la causa de los eclipses, se consideraban como algo sobrenatural y una manifestación de la cólera divina.
El eclipse, fenómeno natural, es un evento espectacular que llama la atención a grandes y chicos. Además, cuando se produce es materia de investigaciones para los estudiosos en la materia de astronomía.
Es un hecho que impresiona y maravilla a todo aquél que tiene oportunidad de presenciarlo, eso sí, siguiendo algunas recomendaciones porque mirar directamente al Sol puede ser peligroso para los ojos, y protegerlos es fundamental.

Este 11 de agosto se desarrollò un eclipse solar; pero solo algunas partes del mundo lo tuvieron la oportunidad de presenciarlo.
La luna se interpone entre la Tierra y el Sol
En el eclipse solar la Luna se interpone entre la Tierra y la estrella. Cubre una fracción del disco solar y bloquea parte de la luz del astro. Sin embargo, su desarrollo no fue tan espectacular como el reciente eclipse de Luna, debido a su limitada visibilidad.

El eclipse de Sol del sábado 11 de agosto solo se observó desde el extremo norte de Europa, América y el noreste de Asia. Es decir, que solo aquellas personas ubicadas en los países nórdicos y bálticos, Groenlandia, Canadá, y buena parte de Rusia, Mongolia o China disfrutaron de este evento astronómico.
No fue visible en varios países
El eclipse parcial de Sol no fue visible desde España ni desde México. Como ya sucedió el año pasado con el eclipse total de Sol que se pudo ver desde Estados Unidos. En esta ocasión, el fenómeno duró algo menos de tres horas y media.

Según explica el Instituto Geográfico Nacional, el eclipse parcial de Sol comenzaría a las 8:02 h (Tiempo Universal), a una latitud de 58º sobre el mar de Labrador. Su máximo tendría lugar a las 9:36 h (TU); a una latitud de 70,5º —en el estrecho De Long, entre la isla de Wrangel y Siberia (Rusia), cuando la magnitud del eclipse será de 0,74.
Aunque este fenómeno no pueda observarse desde España o México, los amantes y aficionados a la astronomía disfrutarán de un esperado fenómeno: la llegada de las lágrimas de San Lorenzo.

Esta lluvia de estrellas, cuya actividad máxima sucederá en la noche del domingo 12 al lunes 13 de agosto. Tendrá una tasa estimada de 100 meteoros por hora. Se podrá observar sin problemas y sin la interferencia de la Luna; que se situará en fase nueva.
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RB