Unos 3.000 migrantes de Centroamérica huyeron a México para escapar de agresiones en la vecina Guatemala, luego de que alrededor de 500 guatemaltecos llegaran a la plaza central de la ciudad de Tecún Umán, armados de palos y piedras para rechazar violentamente su presencia.
Los guatemaltecos repudiaron a los migrantes a quienes responsabilizan de presuntos robos y escándalos nocturnos. Ante la violencia los centroamericanos abandonaron rápidamente la plaza, donde esperaban su turno de ser atendidos por las autoridades aztecas y cruzaron un puente fronterizo que permite el paso a la mexicana Ciudad Hidalgo.

Los vecinos de Tecún Umán demostraron una creciente hostilidad hacia los migrantes desde la semana pasada, cuando llegó una caravana de personas y ocupó varios espacios públicos, en su interés por pasar a México para luego seguir la ruta a los Estados Unidos, destino final de la gran mayoría.
Las autoridades migratorias de México pidieron a los migrantes resguardarse en sus instalaciones y alejarse del puente. Una vez en suelo mexicano, los centroamericanos, la mayoría de nacionalidad hondureña y salvadoreña, esperan una tarjeta de visitante humanitaria que les permitirá permanecer un año en México.
Alrededor de 10.000 migrantes centroamericanos acampan a orillas del río Suchiate y en albergues oficiales de Ciudad Hidalgo, que es el punto fronterizo binacional más congestionado por las oleadas de migrantes centroamericanos.
YBV