Un total de 45 mil 370 migrantes han sido deportados de suelo mexicano a sus naciones de origen, desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumiera el poder el pasado 1 de diciembre. De acuerdo con estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) esto representa un incremento de casi cinco por ciento.
Según lo publicado por el INM, durante el mismo periodo de 2018 el total fue de 43 mil 662 migrantes y un año antes de 36 mil 25. Tan solo el pasado mes de abril fueron deportados 14 mil 970 migrantes, en su mayoría centroamericanos, la cifra más alta durante los últimos tres años y que contrasta con las 5 mil 717 personas expulsadas en diciembre -primer mes del gobierno de López Obrador- cuando México dijo que recibiría a los migrantes.
Sin embargo, durante las últimas semanas, el número de deportaciones ha aumentado. Las autoridades responden que esto se debe al aumento del flujo migratorio, que ahora no sólo lo engrosan los ciudadanos hondureños, guatemaltecos o salvadoreños; sino también cubanos y africanos que viajaron más de cinco mil millas hasta el país latinoamericano.
El motivo de ese aumento no es otro que la llegada de multitudinarias caravanas, algunas integradas por hasta 10 mil ciudadanos, con destino a EEUU.

A esas causas, se une también el aumento de migrantes en las ciudades fronterizas con EEUU, después de que la administración de #DonaldTrump decidiera seguir manteniendo a los ciudadanos centroamericanos que piden asilo en ese país, esperando al sur de la frontera mientras se resuelven sus casos.
El presidente López Obrador ha resaltado en sus alocuciones que su gobierno intenta proteger a migrantes centroamericanos del asesinato y cuotas que cobra el crimen organizado al norte del país. Para ello, no sólo ha limitado el flujo hacia esa zona, sino que también desarrolla un plan que ayudará a mitigar esta crisis.
El plan pretende la generación de empleos en la región para desalentar los flujos migratorios. Sin embargo, el Primer Mandatario ha precisado que las nuevas medidas no pretenden cancelar el derecho de los migrantes a solicitar asilo o bien irse a EEUU.
ARG