Los atentados contra las mezquitas continúan su marcha de terror. Esta vez uno de ellos cobró la vida de tres personas e hirió a otras quince en la mezquita Rahmania, situada en la provincia de Baluchistán, la más grande de Pakistán.
La detonación se produjo durante la oración del viernes, mientras unas 40 personas se encontraban en el edificio religioso. Las autoridades notificaron que el estallido produjo daños leves en viviendas cercanas a la mezquita, rompiendo vidrios en ventanas y agrietando puertas.
Quetta es la capital de la provincia de Baluchistán, lugar del ataque. En ella operan desde hace más de una década grupos de insurgentes separatistas e islamistas vinculados con el movimiento Talibán, quienes han perpetrado diferentes actos terroristas en la región.
Ningún grupo ha reivindicado el ataque hasta el momento, por lo que la policía aún busca pistas entre los escombros para determinar la autoría del mismo. Este es el tercer ataque de importancia en esta región en menos de dos meses, por lo cual las autoridades locales ya admiten que la situación los sobrepasa.
El 12 de abril una explosión cobró la vida de 20 personas y más de 30 resultaron heridas en el mercado de Quetta. El pasado 13 de mayo otra bomba mató a cuatro policías en una de las ciudades satélites de esa ciudad.
RB