El gobierno argentino del presidente Mauricio Macri, tocó fondo. Y no es sólo por la terrible situación económica que atraviesa el país, tampoco por la derrota que sufrió el pasado domingo en las primarias que dieron el triunfo a sus enconados rivales. Todo ello en suma, y las acusaciones que en medio del dolor de la derrota esgrimió contra la oposición, hicieron reaccionar al mandatario argentino que finalmente descubrió que en su país hay gente pasando hambre.
Macri pidió perdón por declarar que las reacciones del mercado nacional ante la victoria del peronismo, eran culpa de la oposición, y reconoció la responsabilidad de su gobierno en el manejo de la economía y en que muchos argentinos hoy no acompañen la propuesta neoliberal que él encarna. “Llegar a fin de mes se transformó, en este último año, en una tarea imposible muchas veces”, reconoció el mandatario.
En tal sentido el jefe de Estado argentino anunció un conjunto de medidas económicas, tal vez extemporáneas, que buscan aliviar el bolsillo de su pueblo. El mandatario basó su propuesta en tres aspectos: el recorte de los impuestos a las ganancias personales, la congelación de los precios del combustible por 90 días y el aumento de los subsidios a los más pobres. “Son medidas que van a traer alivio a 17 millones de trabajadores y sus familias”, dijo Macri en un mensaje grabado.
Finalmente sincero
La prepotencia con la que gobernó Mauricio Macri, fue una de las características que más espantó a las mayorías de seguidores de su gestión. Pero ya con el agua al cuello, el empresario optó por reconocer ante las masas que no han podido ayudar a los millones de pobres que surgieron en su mandato. “Sé que muchas familias tuvieron que recortar sus gastos, y que ya no saben dónde más recortar… haciendo una autocrítica, soy consciente de que el día a día terminó siendo una exigencia agotadora para muchos”, reconoció el mandatario.
Las críticas contra Macri se agudizan a medida que se aproximan las elecciones, y estas medidas, tomadas a última hora, son consideradas como un paño de agua tibia que no mejorará la situación de fondo. Mauricio Macri, que llegó culpando al gobierno anterior del mal manejo de la economía, se despide culpando al gobierno que viene del terrible caos que deja en Argentina.
RB