La primera ministra británica, Theresa May, realizó una gira por Sudáfrica, Nigeria y Kenia, en búsqueda de nuevas alianzas comerciales que permeen las consecuencias del Brexit.
En su visita a Kenia May aclaró que su viaje no respondía a intenciones de extender la influencia geopolítica «ni de crear relaciones dependientes que cojean en un lado, sino de que el Reino Unido colabore más estrechamente con las 50 naciones de África para potenciar nuestras compartidas prosperidad y seguridad”.
En un escenario post Brexit, Reino Unido perdería el 49% de su mercado si no se llegase a un acuerdo satisfactorio con la UE, bloque que condiciona la salida del Reino Unido con medidas que le obligarían a cumplir todas las normativas.
“Quiero que el Reino Unido sea el inversor número uno del G-7 en África para el 2020, con compañías británicas del sector privado tomando el liderazgo, invirtiendo miles de millones que permitan crecer a las economías africanas”, declaró la primera ministra.
May estuvo acompañada durante la gira con grupo de empresarios, lo que da un vuelco a la actitud tranquila que había tenido hasta ahora, en medio de unas negociaciones con la UE que no avanzan a ningún consenso entre las partes.
El alto comisionado para Kenia de Gran Bretaña, Nic Hailey, dijo que la visita propicia inversiones entre los dos países. Lo que significa una opción al mercado de Reino Unido que quedaría minimizado con la salida de Lóndres de la UE.
E.C
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