El Día Nacional de China fue agridulce para los habitantes de Hong Kong, ya que una vez más sus calles sufrieron fuertes disturbios por parte de grupos de extremistas, quienes provocaron actos violentos pese a la advertencia de la policía, que respondió con las medidas correspondientes para controlar la situación.
La concentración fue pautada para la tarde de este martes, en el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China, en distintos puntos de la ciudad y, al igual que en los últimos meses, levantaron barricadas, paralizaron el tráfico, incendiaron y dañaron la propiedad pública con bombas caseras.
Los manifestaron lanzaron líquidos corrosivos que provocaron heridas a varios oficiales y periodistas, siendo estos los sucesos más intensos hasta la fecha. Hasta circuló un vídeo con un herido de bala en el distrito de Tsuen Wan.
La policía utilizó medidas antidisturbios como el lanzamiento de gases lacrimógenos para despejar a los manifestantes, poner un alto a los incidentes violentos y a las confrontaciones con sus comandos.
El pasado lunes las autoridades prohibieron todo tipo de reunión pública, haciendo un llamado a la población de resguardar su seguridad ante informaciones sobre los planes de sectores extremistas de aumentar la violencia y provocar el caos este martes, Día Nacional de China.
XC