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Los retos del sector salud en Venezuela para este 2017

La doctora Antonieta Caporale, que arranca este año como nueva ministra del Poder Popular para la Salud, asumirá junto con esa cartera una serie de retos y cuentas pendientes del sector en el país.

Aunque la situación no es la de “crisis humanitaria”, término acuñado y difundido por todo el mundo por diversos voceros de la oposición venezolana y sus replicadores en otros países, sí caben algunas mejoras y soluciones para este año.

Entre ellas, podemos destacar como una de las más sensibles la distribución y acceso a las medicinas que suelen no encontrarse en las farmacias, desde que arreciaran los ataques del sector privado.

Recordemos que para mejorar en este apartado en particular, el Presidente de la República lanzó la línea de atención telefónica 0800 SALUD YA, en el primer trimestre de 2016. La iniciativa partía con la misión de fortalecer la distribución de medicamentos a la población.

Para el mes de octubre, el Primer Mandatorio reprendió públicamente, en su programa televisivo En Contacto con Maduro, a la entonces ministra Luisana Melo y a Jorge Arreaza, vicepresidente de esa área, por fallos en el funcionamiento de ese mecanismo. “¿Por qué fallamos?”, se preguntó en aquel momento, recordando además que él mismo estableció alianzas con empresarios del sector farmacéutico.

Sin embargo, el boicot ha continuado. Recientemente, en una sede de la red de farmacias Locatel, en el estado Zulia, los clientes se llevaron una sorpresa: el Euthyrox, medicamento para tratamientos de tiroides, estaba a la venta, y con el precio de 3 bs por cada caja, establecido por las regulaciones estatales. Esto es menos que el costo de un boleto para el sistema Metro de Caracas, uno de los servicios con subsidio más representativo del país.

Con ese precio, una medicina es perfectamente accesible para las mayorías, pero su ocultamiento privó a muchos pacientes de sus tratamientos. Y este es solamente uno de los numerosos casos de medicamentos que, mágicamente, «no aparecen».

La denuncia, realizada por usuarios de la red social Twitter, venía acompañada con fotos del producto, en las que se podía ver la fecha de elaboración: agosto de 2015. El Euthyrox estuvo “desaparecido” la mayor parte de 2016, e incluso figuraba en una lista de la Federación Médica de Farmaceutas con los medicamentos más escasos, reseñada por el portal Efecto Cocuyo, que dedicó varios trabajos a la situación de la salud venezolana en 2016.

https://twitter.com/venezreyesm/status/816651594460725248

Entre los argumentos utilizados en dicho portal de comunicación digital, se nombra la falta de cifras oficiales por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud, lo que constituye ciertamente otra falla a corregir: se deja la iniciativa informativa a campañas contra la gestión del Gobierno Bolivariano, además de no permitir a la población contrastar esas informaciones con la oficial.

La ONG Médicos por la Salud realizó una encuesta que, por tercer año consecutivo, pretende abarcar la situación de los hospitales venezolanos, y arrojó unas cifras alarmantes, que sería necesario contrastar.

Médicos por la Salud nació “por la falta de información sobre la situación de la salud en el país”, según se puede leer en una nota publicada en agosto pasado en el portal de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

En efecto, la información que suministra el Ministerio y demás voceros de gobierno suele responder únicamente a problemas coyunturales, pero no se realiza un balance completo, por ejemplo, al cierre del año. Esto permite un posicionamiento más fácil de esas matrices, e incluso la generación de incertidumbre en la población que, además de contar con problemas para conseguir medicinas, está siendo diariamente bombardeada con historias horribles sobre el sistema público de salud.

También este año sería importante lograr frenar los precios del sector privado, tanto en atención en clínicas, como en medicamentos e insumos médicos. Los incrementos recurrentes han generado, en este sentido, una mayor demanda del sector público.

Por poner un ejemplo, una cesárea rondaba los 100 y 200 mil bolívares arrancando el año, y cercano al final del mismo oscilaba entre los 400 y 800 mil. Lo mismo para las consultas, que no bajan ahora de 10 o 15 mil bolívares, cuando a comienzos de año podían estar alrededor de los 3 mil bolívares.

El caso de la foto de recién nacidos en cajas en un centro hospitalario del estado Anzoátegui, tomada y colgada en redes sociales por una doctora de guardia, que a pesar de contar con incubadoras en su turno tomó esa medida inconsulta, hace pensar que otra medida necesaria pasa por una evaluación del personal médico del sistema público de salud. De lo contrario, episodios como este podrían repetirse.

Durante el 2016, Venezuela no escapó al brote del virus zika que afectó a la mayoría de países del continente. Una vez más, la falta de pronunciamientos oficiales afectó la percepción de la situación. La ministra Melo confirmó finalizando el mes de enero alrededor de unos 4700 casos.

Más adelante, organizaciones no gubernamentales como el Observatorio Venezolano de Salud arrojaría cifras superiores a los 700 mil casos, lo que colocaría a Venezuela entre los países más afectados. Según refleja una nota de Primicias 24 publicada en mayo, el estudio que determinaría esta cifra se fundamentada en el análisis de las búsquedas de información referente al virus en internet.

También se debe considerar la malaria, cuya aparición ha ido en aumento en los años recientes, especialmente en el último: para 2012 el despacho de Salud reportó más de 50 mil casos, mientras que en 2016 se hablaba de más de 150 mil, nuevamente sin publicación de números oficiales.

La Organización Panamericana de la Salud publicó una nota el 23 de septiembre en la que hablaban del alza en la cantidad de infectados, especialmente en los estados Bolívar y Amazonas, aunque sin dar cifras.

En todo caso, que entre diciembre de 2015 (cuando se confirmó oficialmente el primer caso de zika) y finales del siguiente mes hubiera más de 4 mil y la tendencia creciente de la malaria, habla de la necesidad de poder prevenir estas situaciones en el futuro.

No todo es corregir lo malo. Hay ciertos rumbos correctos que este año podrían profundizarse y afianzarse. El arranque del Plan Barrio Adentro 100% marcó un avance en una política sostenida desde el año 2003, con la creación de la Misión Barrio Adentro.

Dicho plan se perfilaba como una ampliación para garantizar la atención primaria en todo el territorio nacional, y como meta para 2016 se planteó optimizar seis estados del país. A finales de año, el presidente Nicolás Maduro informó al país que la meta se superó, pues se logró abarcar ocho entidades: Barinas, Cojedes, Guárico, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Yaracuy y Zulia.

Igualmente, durante los últimos años se han introducido al sistema público de salud nuevas prácticas que privilegian la salud por encima de intereses económicos y de empresas farmacéuticas.

Tomaremos como ejemplo el caso de la pediatría y la atención obstetricia. En la Maternidad Concepción Palacios, actualmente, se cuenta con parteras que acompañan a las mujeres en el proceso de parto, como apoyo al personal médico, pero también para garantizar que las solicitudes de la mujer en trabajo de parto sean respetadas: no cortar el cordón umbilical antes de que este deje de latir (en ese momento el bebé está recibiendo los últimos nutrientes necesarios de su madre), por ejemplo.

Se promueve, también, la lactancia materna por encima del uso de fórmulas lácteas: se explica a las madres que esta es la vía natural para garantizar la inmunización de sus bebés, además de su desarrollo necesario.

La nueva ministra de Salud está llamada a fortalecer el sistema público y resolver la distribución de medicamentos en el país.
La nueva ministra de Salud está llamada a fortalecer el sistema público y resolver la distribución de medicamentos en el país.

Igualmente, mantener la garantía de vacunas (que son suministradas en centros de salud públicos sin costo alguno) y el fortalecimiento de la atención gratuita, tanto preventiva como en casos de emergencia, son políticas que la nueva ministra -quien fuera, entre otros cargos ocupados, directora de la Maternidad Concepción Palacios- y todo su equipo están llamados a profundizar y mejorar en este año que comienza.

JI

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