Una de las mejores formas de conocer el sentir de Venezuela es disfrutar de las fiestas tradicionales que se realizan en distintas regiones del país durante todo el año. Llenas de autenticidad y pasión estas celebraciones forman parte del patrimonio cultural de la nación e incluso varias de ellas han sido declaradas patrimonio de la humanidad por su fuerza identitaria.
Muchos venezolanos y visitantes de otros países van realizando su calendario 2017 para recorrer el país y conocer sus fiestas, sus paisajes y lo más importante: el calor de un pueblo. A continuación las más importantes fiestas populares del primer semestre del año.
Carnavales del Callao
Al ritmo del calipso proveniente de Trinidad, donde los esclavos cantaban para expresar sus penas, alegrías y protestas en contra de los colonizadores, los Carnavales del Callao son la primera parada festiva del año, pues desde enero se comienzan a calentar los motores de una celebración que alcanza su punto culminante los días lunes y martes de carnaval a finales del mes de febrero.
Se realizan en el estado Bolívar, en El Callao, población que engalana sus calles con la magia de personajes como “las madamas”, que deslumbran con vestidos coloridos y turbantes; los “negropintos” que poseen la algarabía de esta fiesta con sus bailes y ocurrencias, cubren su piel con un preparado a base de carbón molido y papelón; están los “diablos” que representan la parte mágico-religiosa, poseen trajes vistosos y máscaras enormes que son verdaderas obras de arte, y que contagian el ambiente con danzas y colores.
Velorio de la Cruz de Mayo
Se realiza en diversas regiones del país, especialmente en las costas de Aragua, Vargas, Miranda y en barrios caraqueños como San Agustín, San Juan, La Pastora, Caricuao, entre otros. Es una de las tradiciones más sentidas por el pueblo venezolano ya que bendice la llegada de las lluvias para las siembra y el inicio de un ciclo que brinda equilibrio para el ambiente.
Desde el 1º de mayo se comienzan los preparativos de esta ceremonia en la cual se monta un hermoso altar con la cruz adornada de flores propias de cada zona ante una llama ardiente. A partir del día 3 se muestra la Cruz al pueblo para que rinda sus ofrendas a este símbolo que representa la muerte de Jesucristo. Se inician los rezos acompañados de galerones, punto y llano, fulías, malagueñas y tambores hasta el amanecer. El repentismo de la décima se hace presente con contrapunteos y composiciones poéticas que se van hilvanando en medio de la fiesta que inspira a los devotos de la Cruz.
Diablos Danzantes de Corpus Christi
Es una tradición que se celebra principalmente en la costa central del país, donde están ubicadas las 11 cofradías, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 6 de diciembre de 2012.
Son una de las fiestas más conocidas del país. Se celebran cada noveno jueves después del Jueves Santo, donde los Diablos Danzantes cobran vida y rinden homenaje al Santísimo Sacramento del Altar. Es un recordatorio al triunfo del bien sobre el mal y su origen se remonta a más de 400 años, bajo el sincretismo de elementos de la tradición católica y creencias de raíces africanas.
Las 11 cofradías están repartidas en 6 estados: Aragua (Cata, Chuao, Cuyagua, Ocumare de la Costa y Turiamo), Vargas (Naiguatá), Carabobo (Patanemo y San Millán), Cojedes (Tinaquillo), Guárico (San Rafael de Orituco) y Miranda (Yare).
Tambores de San Juan
El 24 de junio se celebra el el nacimiento de San Juan Bautista, patrono de esta fiesta que se realiza en todas las costas del mar Caribe que baña a nuestro país. Esta fecha coincide con el solsticio de verano, por tanto es una ofrenda al sol que se muestra en su mayor esplendor en esos días.
Las poblaciones con fuertes raíces africanas de las costas venezolanas inician ese día con una misa en honor al santo y una procesión por los poblados en la que comienzan a repicar los tambores. Los pescadores salen en sus naves a pasear al santo por el mar y realizan ofendas y agradecimientos por la buena pesca. Al atardecer el Santo es regresado a la iglesia en lo que se denomina el Encierro de San Juan y continúa la celebración hasta el amanecer del 25 por la despedida. El 26 se extiende la fiesta con El robo del Santo, que es sacada del templo y se devuelve en la noche.
Celebrar las tradiciones populares en Venezuela es sin duda una experiencia que fortalece la diversidad cultural y la memoria a través del disfrute y la congregación colectiva.
CMD