Tras tres semanas de investigación en el caso de Jamal Khashoggi, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan ha asegurado que la muerte del periodista fue un «asesinato planificado» que se ejecutó en el «interior del consulado saudí en un combate cuerpo a cuerpo».
«Hasta ahora la información y las pruebas que tenemos muestran y evidencian que Jamal Khashoggi fue violentamente asesinado, y no hablar sobre un violento asesinato como este va en contra de la conciencia de la humanidad«, dijo Erdogan en su discurso este martes en el Parlamento turco.
El mandatario señaló que la cronología del suceso da su inicio un día antes de la asistencia de Khashoggi al consulado saudí en Estambul, cuando 15 miembros del «escuadrón suicida», como ha sido calificado por Erdogan, aterrizaran a Turquía desde el reino saudí el 1 de octubre en diferentes grupos para no ser identificados.

Detalló que en el brutal asesinato del periodista se involucran al menos 18 personas de origen saudí, que corresponden a generales, comandantes, miembros de inteligencia y forenses. A quienes solicitó que sean juzgados en Estambul, pese a que el hecho haya ocurrido en el consulado, oficialmente territorio saudí.
Tensión contra el reino
El caso del periodista Jamal Khoshoggi ha desatado tensiones contra Arabia Saudita y sus socios. La controversia mantiene en una expectativa positiva a países como Turquía, Irán y Qatar, ya que de intensificarse la tensión de países hacia el reino, EEUU y sus socios pudieran ser boicoteados por compradores como la Unión Europea.
Además, EEUU se vería afectado en el hecho de que el reino es su principal proveedor de petróleo, a cambio de armas militares y la mayoría de las cosas que se consumen en arabia. A eso se le suma que la monarquía sea socia de las empresas Trump desde los años 70.

Desde que se conoce sobre el asesinato de Khashoggi, el mercado petrolero se ha elevado en un aproximado de 1,9 %. Arabia Saudí anunció días antes que estudia la posibilidad de elevar el precio del crudo a 100 o 200 dólares y pasar por encima de los 80 dólares por barril que se mantiene actualmente.
NA