Para el 11 de enero fue diferida la sentencia del juicio contra a los ocho venezolanos; cuatro civiles y cuatro oficiales de la aviación militar, por estar implicados en el “Golpe Azul”, contra el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en febrero de 2015, y que no se ejecutó porque los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) lograron neutralizar el plan.
En el Tribunal Militar de Maracay, estado Aragua, se celebró la audiencia final en la que se presentaron las conclusiones del caso que fue denunciado por el Jefe de Estado en el 2014.
La información la dio a conocer, el director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, a través de la red social twitter.
La organización no gubernamental también señaló que los enjuiciados son los civiles Pedro Maury, Jesús Salazar y Luis Colmenares; y los militares Luis Lugo, Petter Moreno, Henry Salazar, Carlos Esqueda y Ricardo Antich. Por este mismo caso, fue condenado en mayo de 2015, el General de Aviación Oswaldo Hernández.
Golpe de la derecha
Para entonces, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, denunció que gracias a la intervención de los cuerpos de seguridad del Estado, de inteligencia y contrainteligencia, se logró capturar a varias personas e incautar diversos equipos, entre ellos una computadora con información de los objetivos tácticos del grupo golpista.
Cabello mostró mapas ubicados en los equipos informáticos de los protagonistas del Golpe Azul, donde aparecían edificios que estaban marcados como objetivos tácticos como el Palacio de Miraflores, la sede del Ministerio de Defensa, el edificio del Ministerio de Interior Justicia y Paz, CNE, la Dirección de Inteligencia Militar y el canal de noticias Telesur.
El alcalde caraqueño, Jorge Rodríguez, también denunció que la persona que escogió los lugares señalados como objetivos tácticos, fue el diputado de derecha Julio Borges, quien sin tomar en cuenta la vida de las personas que viven cerca de las edificaciones, las marcó como blanco para el bombardeo.
El parlamentario además develó la posesión de fusiles AR15, granadas, uniformes militares y de cuerpos de seguridad como el Sebin, además de un video de 8 minutos y 32 segundo de duración con un pronunciamiento de los protagonistas.
Recordó que en mayo de 2014, el pueblo de Venezuela fue advertido de un intento de magnicidio que fue desestimado por la derecha venezolana.
En ese momento, se logró capturar a varias personas que estaban vinculadas con los planes y se imputó a personas como la ex parlamentaria María Corina Machado como presunta autora intelectual en un plan conocido como Operación Jericó.
El Plan
Según explicó Cabello, el plan del llamado “Golpe Azul”, consistía en el ataque a los edificios gubernamentales con un avión artillado Tucano, con la finalidad de crear zozobra entre la población.
Posterior a eso, los militares golpistas emitirían un mensaje donde llamarían a la población a la calma, con sus uniformes.
Este plan se pondría en marcha luego que se publicaría en la prensa nacional un comunicado donde solicitaban al gobierno, entre otras cosas, la disolución de los poderes públicos, la convocatoria a elecciones y la afiliación a organismos como el FMI.
El nombre de “Golpe Azul”, se refiere a la operación que presuntamente iba a ser realizada por oficiales del componente aéreo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
BD