Luego de la renuncia de Evo Morales Ayma, el primer presidente indígena de Bolivia, de su vicepresidente y de las cabezas de las dos cámaras del Parlamento, en la línea sucesorial se ha alzado una opositora, la segunda vicepresidenta del Senado, que reclama la Presidencia como si de un trono se tratara y ha prometido convocar a elecciones en 90 días.
Se trata de la senadora de oposición Jeanine Áñez, quien se adjudicó el derecho de reclamar la conducción de Bolivia y dijo en un comunicado que asumirá de forma provisional ante las renuncias de todas los líderes políticos que constitucionalmente debían suceder la falta de Morales: su vicepresidente, Álvaro García Linera, la presidenta del Senado, la oficialista Adriana Salvatierra y el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda.
Áñez forma parte de la alianza opositora Unidad Democrática y es conocida su postura en contra del gobierno saliente, incluso llegó a criticar directamente a Evo Morales, y en las últimas horas antes de su renuncia, asumió una actitud mucho más agresiva, acusando directamente al líder indígena de ser responsable de violencia de género y asesinatos en masa con el uso de francotiradores, algo que recuerda a las horas previas y posteriores al golpe de Estado del 11 de abril de 2002 en Venezuela.
Áñez, de 52 años, asumiría en La Paz el mando de la hasta ahora economía más estable de Suramérica, en medio de divisiones internas de la oposición, que baraja en sus aces también al líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien asumió el liderazgo de las protestas violentas de un golpe de Estado que obligó a la renuncia de Morales.
Carrera política
En 2010, Jeanine Áñez fue elegida senadora por el partido del Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB – CN). En la última elección, en 2015, participó con la sigla de Demócratas.
Entre 2006 y 2008 se desempeñó como asambleísta constituyente para la redacción de la nueva carta magna boliviana.
Áñez se encuentra en su natal Beni y adelantó que podrá viajar este lunes por la tarde a La Paz para convocar a la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, que es la que debe aprobar o no la renuncia presentada por Evo Morales. En caso de que se apruebe la dimisión se instalará un Gobierno que convocará a nuevas elecciones en un plazo de 90 días.
MMMV