Autoridades de Irán reconocieron, este sábado, que la captura del petrolero británico Stena Impero, ayer viernes, en el estrecho de Ormuz, resulta un acto de represalia por la retención en Gibraltar del iraní Grace 1 hace dos semanas, aunque la versión oficial responde a que cometió una infracción de la normativa de navegación.

El secretario del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezaí, aseguró, a través de Twitter, que las autoridades no retrocederán a la hora de «tomar medidas de represalia», (…) ya sea contra #DonaldTrump o la Reina».
En la misma línea, el portavoz del Consejo de Guardianes, Abasali Kadjodaí, señaló que «la regla de la represalia está reconocida en el derecho internacional que se usa frente a las medidas ilegales de otro país».
Por ello, consideró que la captura del Stena Impero-de la naviera Stena Bulk, de 30 mil toneladas- es «correcta» para hacer frente a «una guerra económica ilegal y a la incautación de petroleros», en referencia a las sanciones estadounidenses contra Irán y a la detención del Grace 1 en Gibraltar, localidad ibérica que es colonia británica.
Irán reaccionó ante un acto de piratería
El Grace 1 resultó interceptado el 4 de julio por sospechas de que transportaba crudo a una refinería de Siria, país sujeto a sanciones de la Unión Europea, y la detención se prorrogó ayer pese a que las autoridades iraníes negaron que se dirigiera al país árabe.
El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, calificó el suceso como un «acto de piratería marítima» y advirtió de que su país respondería «en el momento apropiado» al Reino Unido.
Pese a lo que se dice sobre el motivo de la captura, la Organización de Puertos y Navegación de la provincia iraní de Hormozgan informó que el carguero colisionó con un barco pesquero y no respondió a advertencias.
FF