La provincia de Basora, Irak, es escenario de manifestaciones por la contaminación de pozos de agua, que ha causado al menos 18.000 intoxicaciones en las últimas semanas, según datos oficiales mostrados por la agencia EFE.
Grupos liderados por jóvenes y jefes tribales de la localidad se han congregado para exigir mejores condiciones de vida, acceso al agua potable, acabar con los cortes de electricidad y otras demandas.
Durante las jornadas de este jueves un joven perdió la vida y otros cinco resultaron heridos por lo que el primer ministro iraquí en funciones, Haidar al Abadi, ordenó la apertura de una investigación hacia las fuerzas de seguridad para aclarar las circunstancias del hecho.
«Anunciamos la imposición de un toque de queda en la capital y en las zonas de alrededor de Basora a partir de las 15.00 hora local (12.00 GMT) hasta nuevo aviso», afirmó hoy la Comandancia de Operaciones de Basora en un comunicado.
OSM